Thursday, December 25, 2008
Chilpayatito
Chilpayatito Dios
Chilpayatito Dios,
tunita fresca,
capullito de algodón,
México está de fiesta.
De petate hizo su altar
tras los magueyes
y se quiere cobijar
con las estrellas.
Chilpayatito Dios,
estás contento
con ese blanco calzón
huaraches nuevos.
Con rebozo de Bolita
de San Luis Potosí
los angelitos te hicieron
cuna para dormir.
Tuesday, December 23, 2008
Ajem... corrección.
AVISO: ¡DÉNLE CLICK A LA IMÁGEN!
Monday, December 22, 2008
Romance a la antigua
Tuesday, December 09, 2008
Descanso
Friday, December 05, 2008
Descubrimiento 2
Yo tuve pecas en las manos, ahora las perdí.
Besos, chocaletos y condicionales.
Wednesday, November 26, 2008
Lápices y Nombres
Sunday, November 16, 2008
Descubrimiento
Yo no tengo pecas.
La Luna sí las tiene.
A mí me gustan las pecas.
Espero que a la Luna también, porque las tiene.
Yo quisiera pecas.
La luna ya las tiene.
Tal vez yo tenga alguna.
Nuestra Luna es pecosa.
Pero nunca las he descubierto en mí.
Ella tiene pecas.
A mí me gustan las pecas.
Pero yo no las tengo.
La mejor parte
Saturday, November 15, 2008
Recordé
Thursday, November 13, 2008
Cito a un gran autor
Wednesday, November 12, 2008
Anoche
Monday, November 10, 2008
Dos
Friday, October 31, 2008
En el borde
Monday, October 27, 2008
Saber
Se pueden saber tantas cosas, pero cuando sabes esa en especial, las demás dan lo mismo, ese saber sabes que es valioso, hermoso, capaz de hacerte levantar por las mañanas y querer gritar por la ventana: ¡Yo ya lo sé! Y con forme va pasando el tiempo, ese saber puede diluirse o aumentarse, todo depende de qué tanto lo sepas y lo tengas asegurado.
¿Tú qué sabes? Puedes ya saberlo y no saber que lo sabes, o puedes saber que lo sabes y no querer hacerlo saber o incluso no querer saberlo.
Aún así, saber trae paz, no siempre alegría, pero paz si que la trae, y eso yo lo sé.
Sunday, October 26, 2008
Por fin.
Depronto abrí los ojos. Sin entender cómo extendí un brazo hacia arriba y con todas las fuerzas que me venían de dentro empujé mi cuerpo casi inerte hasta llegar a la superficie, donde respiré una bocanada de aire fresco, pero al mismo tiempo cálido. Las aguas se habían calmado y el cielo, lleno de nubes, asomaba algunos pedacitos azules.
Finalemnte, miré al sol, de frente
Título por confirmar.
¿Por qué?
Porque puedo.
Monday, October 20, 2008
No.
Thursday, October 09, 2008
Una probadita de la dueña de este espacio.
Monday, October 06, 2008
Uno muy chiquito.
Tuesday, September 30, 2008
¡SILENCIO! Por favor...
Tuesday, September 23, 2008
Dedos largos.
Kube mueve la cabeza lentamente, asintiendo, mirando a través de la ventana empañada.
-Y también muy pálidos.
Kube ahora no hizo ningúna señal de haber escuchado el comentario de Brucilla.
-Déjame ver tu mano más de cerca, por favor.
Kube extendió el brazo y le tendió la mano a la niña.
-¡Ah! Estás helado, ¿no tienes frío?
Kube giró la cabeza para verla a los ojos y esbozó una sonrisa, que ella supo descifrar perfectamente.
Brucilla lo miró muy fijamente y con los ojos brillando.
Kube soltó la mano de Brucilla y acarició su mejilla causando que sintiera escalofríos y su piel se estremeciera. Sus dedos pálidos y largos eran tan helados que la niña sonrió bajando la mirada tímida.
Cuando separó sus dedos de la, ahora gélida, mejilla de Brucilla, tomó su mano con delicadeza y la puso contra el cristal empañado de la ventana, y acto seguido se levantó lentamente y salió sin hacer ruido.
Tuesday, September 09, 2008
Dentro del agua
Sunday, September 07, 2008
Dialogando con la muerte
Monday, September 01, 2008
Su caja, la caja.
Wednesday, August 27, 2008
Rosa
Sunday, August 24, 2008
A la mitad
Saturday, August 23, 2008
Un charco
Thursday, August 21, 2008
Receta
Friday, August 15, 2008
El del árbol.
Thursday, August 14, 2008
¿Qué día es hoy?
Tuesday, August 12, 2008
Cuéntame un cuento.
Sunday, August 10, 2008
Cita 1.
Wednesday, July 30, 2008
Al faro
Monday, July 14, 2008
Fuera del cuarto
"Como que se siente un, no sé, una vibra mala, como de muertos."
Y yo quería comprobarlo. Sabía que sería una noche larga de todas maneras, que casi no podría dormir por el paso de todas las enfermeras y sobre todo para poder cumplir mi misión consistente en vigilar a la paciente recién salida del quirófano. Así es que decidí armarme de valor y salir, eventualmente, de mi habitación designada hacia los pasillos oscuros del segundo piso del hospital.
Por ahí de las doce de la noche con treinta minutos pasados supe que era la hora perfecta. Me amarré el pelo en una cola de caballo- para que, por si había que correr, no me estorbara la melena-, me puse las pantuflas y me aseguré de que mi acompañante estuviera profundamente dormida- lo cual no era difícil con el arrullador ronroneo del dispensador de sueros.
Cuando llegué hasta la puerta cerrada tomé la redonda manija de aluminio y con un enorme suspiro abrí la puerta con los ojos cerrados y finalmente di un paso grande; estaba ya oficialmente afuera de la habitación.
Cuando abrí los ojos me encontré parada en un pasillo levemente iluminado por una luz verde que quién sabe de dónde venía, pero que hacía parecer al suelo mucho más viejo y maltratado de lo que se veía con las luces encendidas. El ambiente tenía un olor repugnante a medicamentos mezclados y una de las puertas en las que terminaba el pasillo estaba entre abierta y dejaba correr de vez en cuando una ráfaga de viento que revolvía las hojas de los cuadernos que las enfermeras y doctores habían dejado en el escritorio de la entrada. Fue cuando yo estaba analizando el terreno que escuché unos pasos que se aproximaban desde las escaleras ennegrecidas tanto por la noche que la oscuridad se podía sentir con los dedos. No quise averiguar quién sería el dueño de los pasos y aterrada entré de nuevo en la habitación dando un repentino paso hacia atrás.
No podía rendirme por unos pasos solamente, así es que busqué cualquier cosa que me pudiera ayudar a defenderme y salir de ahí de una vez. Lo único que había cerca era una jeringa y unas tijeritas que alguna enfermera había utilizado para abrir el paquete nuevo de algodones. Las tomé en una sola mano y de nuevo abrí la puerta de golpe, para no sentir los escalofríos que me producía tomar la manija helada. Cuando estuve de nuevo en aquel pasillo me armé de valor y apretando mis nuevas armas de guerra caminé hacia el lado opuesto de la puerta entreabierta. No se oía nada, excepto los sonidos de voces provenientes de los cuartos en los que seguían reproduciendo películas, pero eran muy bajos como para ser notados sin parar en cada cuarto y escuchar sosteniendo la respiración. Poco a poco mis pasos se fueron haciendo más lentos y pausados con forme me iba acercando a las escaleras y cuando estuve frente a ellas evité mirarlas de frente, mejor me puse a leer detenidamente la descripción de la cirugía que había sufrido el hombre de la habitación 230 para distraer los escalofríos que sentía desde mi estómago. Mientras iba en la parte de las medicinas que debían administrársele los pasos que me había hecho volver a la habitación se volvieron a escuchar, y venía desde abajo de las enormes escaleras de servicio. Armándome de valor cerré la puerta que conducía a ellas y esperé con la jeringa en una mano y las tijeritas en otra. Sentí como un sudor frío comenzaba a brotar de mi frente, y un leve temblor invadió mis rodillas. Los pasos cada vez se escuchaban más cerca y más cerca. De un golpe se detuvieron, justo en frente de la puerta. Esperé a que se abriera, a que aquella bestia del más allá, seguramente, embistiera en mi contra con deseos de llevarme con ella hasta el fin de los tiempos...
... o al menos eso pensé, ya que la puerta nunca se abrió. Intenté escuchar mejor e hice mi respiración más pausada y ligera, pero mis intentos fueron en vano, lo único que se oía era la ráfaga de viento que entraba desde el otro extremo del pasillo. En realidad pasó muy poco tiempo en ese silencio incómodo y aterrorizante antes de que se escuchara un fuerte suspiro del otro lado de la puerta e inmediatamente después la persona, monstruo, espíritu o alienígena que estaba del otro lado de la misteriosa puerta se echó a correr escaleras arriba hasta que su chancleteo se disolvió en el frío aire de la noche.
Sin pensarlo dos veces me alejé en cuanto antes de aquella puerta hasta llegar a la parte de la salita de espera, que estaba llena de silloncitos de patas cortas con tapices monótonos y aburridos. Me desplomé en uno de ellos para olvidar la aventura pasada y tratar de convencerme de que el miedo y el sueño, principalmente, ya se habían ido. Mis párpados pesaban, pero yo no podía rendirme ahora, ya había durado media hora entera fuera de mi habitación en un hospital, solitario y a altas horas de la noche.
Poco a poco fui recobrando fuerzas y me levanté del sillón para hacer el último recorrido de la noche; el otro lado del pasillo en el que había una máquina de refrescos de cola, una de café instantáneo, una especia de cuarto abierto lleno de sillas de ruedas y camillas y unos pocos metros más allá la puerta que se abría cada vez que el viento intentaba entrar desesperado.
Me armé de valor, una vez más, y con paso rápido para terminar de una buena vez con todo el asunto aventurero me acerqué hasta llegar a donde estaban las máquinas y paré para escuchar si había algún sonido novedoso, el cuál no existía. Avancé hasta el cuarto de las camillas y ya estaba a punto de cruzar la eterna puerta abierta cuando llegó hasta mí un olor espantoso y desconocido. El olor venía del cuartito y podría confundirse en cierto momento con el olor del formol en un laboratorio, pero éste era mucho más intenso y desagradable. Intenté no respirar pero el aire se me fue cuando escuché que había algo, o alguien dentro de ese cuartito. Sin saber qué hacer apreté la jeringa en mi mano derecha y la sostuve en el aire frente a mí en forma de defensa personal.
“¡¿Quién anda ahí?!” Dije con el tono de voz más aterrador que se me pudo ocurrir y que pude alcanzar a emitir en ese momento. Pero no tuve ninguna respuesta, en cambio el ser que se encontraba dentro de aquella habitación comenzó a mover las camillas bruscamente, provocando que sus rueditas rechinaran escalofriantemente. El aire entraba cada vez más y mis rodillas temblaban hasta un punto en que me hicieron sentir un dolor punzante e insoportable. No esperé más y salí corriendo hasta la puerta abierta, ya que no estaba nada lejos, pero de ahí escuché un grito desgarrador entrar junto con la ráfaga entrante de aire gélido acompañado por un ejército de hojas secas furiosas que me golpearon en la cara de improvisto. Terminé estrellándome contra el cristal traslúcido de la puerta y cerrándola de golpe. Ese mismo instante salí corriendo lo más rápido que me lo permitieron mis piernas cansadas y en el momento en el que pasé por en frente del agujero del cuarto de camillas cerré los ojos y confié en mi puntería lanzando la jeringa hacia la oscuridad. Seguí corriendo hasta llegar a mi habitación, abrí la puerta y entré con una dificultad tremenda al respirar...
...la paciente me miró con los ojos tremendamente abiertos, ya era hora de su medicamento.
“¿Qué fue lo que pasó? ¿Dónde estabas?”“Luego... te cuento.” Respondí mientras me metí entre las ásperas sabanas blancas que cubrían el sillón del cuarto número 213. Y caí profundamente dormida.
Monday, June 23, 2008
Algo azul y un poquito húmedo.
Thursday, June 12, 2008
Se fué la luz
Thursday, June 05, 2008
Irreconocible
Monday, June 02, 2008
¿Para qué?
Después de un tiempo, se incorporó y extendió su mano al frente, quería que alguien la tomara, pero sus esfuerzos fueron en vano. Con los ojos serios se puso de pié y caminó sin rumbo, sin mirar a la luna, ni a las estrellas, ni al camino, ni sus manos, ni sus pies, ni los de nadie más. ¿Para qué?
Prontó llegó a ningún lado, se acostó de nuevo en la hierba y volvió a cerrar los ojos, las manos, los oídos, los labios y el corazón. ¿Para qué? Y finalemente cayó profundamente dormida.
Y mientras su mente corría, se tropezaba y levantaba una voz grave y tenue le dijo al oído, sin que ella se diera cuenta: "mañana será otro día".
Saturday, May 17, 2008
Tengo sueño
Tengo sueño, y ganas de dormir en los brazos de alguien. Y eso es precisamente lo que voy a hacer. Dormir e irme lejos, respirar lento, hecha un ovillo debajo de las sábanas blancas, esperando que nunca llegue la mañana y que nunca se me quite el sueño; que me da esos escalofríos que llegan a gustarme. ¡Qué rico es tener sueño, tanto sueño!
Llegó la hora, recuesto mi cabeza en la esponjada almohada. Cierro los ojos. Buenas noches.
Monday, May 12, 2008
"Florilegio"
Wednesday, April 30, 2008
Saturday, April 26, 2008
Cucarachito
Estando sentadita, con los pies adoloridos en la sala de espera del doctor, se encontró con un chamaquito de unos cuatro años nada más; que jugaba y se empezaba a desesperar de tanto estar esperando. Ella lo miró y lo mandó llamar con un gesto de la mano y el niño, después de varios intentos, se acercó muy tímido pero con la mirada juguetona bien brillante.
-¿Cómo te llamas?
-No lo sé.
-¿Cómo que no sabes? ¿No te llamas Pepe? ¿Pedro? ¿Juan?- Pero el niño nada más decía que no con la cabeza.
-¿Entonces, cómo se llama tu papá?
-No sé.
-¿Y tu mamá?
-Tampoco sé.
-Y, ¿cómo los llamas entonces?
-Mamá y papá.
-Y, ¿ellos cómo te llaman a ti?
-A mí nadie me llama.
-¿Entonces? ¿Nada más te señalan?
-Sí.
-Bueno, ¿por qué no te ponemos nombre? ¿Qué te parece "ratoncito"? Con esos dientes te queda muy bien ese nombre.
-No.
-¿Qué tal "pajarito"? Seguro que cantas muy bonito.
-No.
-Bueno, a ti nada te parece bien- dijo impacientándose un poquito.
Y sin poderlo evitar sonrió y el Cucarachito se la devolvió y salió corriendo...
El árbol en la burbuja
Ahí dentro no se escuchaba nada, todo era silencio, y había sufiente aire para sobrevivir. Todo era paz bajo el árbol en la burbuja, todo era paz.
y planta árboles dentro de burbujas.
Wednesday, April 23, 2008
Una frase nada más
Sunday, April 20, 2008
Gracias, lo recibí.
Saturday, April 12, 2008
Blanco y negro
Porque la luz no puede existir sin tinieblas.
Porque son los dos extremos perfectos.
Porque el misterio se revela en dichos colores.
Porque se nota elegante.
Porque significa sabiduría.
Porque es la dualidad eterna, en la que vivimos todos los hombres de la tierra.
Porque dentro de cada uno existen.
Porque dentro de mi existen.
Wednesday, April 09, 2008
¡Yo tengo flores de colores!
Y también se me arruga la nariz y me tiemblan las manos, pero no importa.
¡Yo tengo flores de colores!
Y cuando voy al cine lloro y en el sillón me río, y me gusta.
¡Yo tengo flores de colores!
Y bailo en las calles, y grito en las plazas, pero no importa.
¡Yo tengo flores de colores!
Y quisiera ser un pez y la arena me irrita, y me gusta.
¡Yo tengo flores de colores!
Y no me gusta cantar, y soy muy explosiva, pero no importa.
¡Yo tengo flores de colores!
Y a veces sonrío sin saber y otras abrazo muy fuerte, y me gusta.
¡Yo tengo flores de colores!
Y la luna me mira y el sol me quema, pero no importa.
¡Yo tengo flores de colores, de muchos colores y por eso: soy feliz!