Seis de la mañana.
Frío. Sueño. Hambre. Asco.
Cansancio. Dolor de muelas.
Pastillas. Luz.
Y luego viene la parte bella.
Regreso.
Tráfico.
Tiempo: cuarenta y cinco minutos.
Hambre.
Sed. Y vuelve la parte bella. Sueño de nuevo.
Pereza.
Camino.
Baches. Saludos. Risas. Gritos.
De nuevo la parte bella. Flores, blancas, ¿las compro?. No. Agua de limón.
No la bebo.
Desorganización.
Corage. Tensión. Emoción desagradable.
Frío (por adentro). ¿Y la parte bella? Soledad.
¿Real? No lo supe.
Llanto. Coche. Llovizna.
Gritos. Lágrimas. Un abrazo.
Despedida. Lluvia.
Música. Llanto. Soledad. Manos heladas.
Pies también. Alma...
también. Gritos bajos. Rechinido de puertas.
¡Basta! Otro abrazo; el de un árbol.
2 comments:
¡Oh qué tristeza! ¿vuelve la parte bella? eso espero...
Así es la vida, pero siempre vuelve la parte bella, sólo hay que reconocerla.
Un besote!
Ohhh. Me gusta como creas atmósferas. Algo así como Poe, pero sin esa sensación de desesperación por no saber qué diablos pasa.
Ahyhoo, me gusta lo que haces. Mucho. Así que te pondré un link desde mis blogs.
Burlona.
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