Monday, January 19, 2009

Temblando


"... como una luna en el agua."


J. Cortázar, Rayuela.

Thursday, January 15, 2009

La carta

Un semana y media fue el tiempo que tardó en escribir la carta en hojas amarillentas. Cuando empezó todo fluía, cada palabra se dibujaba bella en el papel, el grafito corría como si tuviera una prisa incontenible. Pero con el paso de los días quedó estancada, las ideas y sentimientos eran tan confusos que ponerlos en la hoja de papel se convirtió en un trabajo arduo y complejo; la maraña oscura y pegajosa que quería encerrar entre los fríos renglones no se dejaba de mover y retorcer dentro de ella. En el papel se estaba quedando mucho más que los pedazos de goma quemada y los tachones grises, pero al fin y al cabo ese era su propósito: arrancar el nudo vivo y extenderlo para poder descifrar sus misterios, los mismos de la autora. El último par de días fueron los más pesados, las lágrimas brotaban al mismo tiempo que las letras rasgaban los renglones. El lápiz se resbalaba de sus dedos que sudaban frío y temblaban a esas horas de la madrugada. La necesidad de escupir el punto final no la dejaba dormir por las noches y la hacía quedarse en cama con los ojos abiertos durante el día. Esa carta tenía ahora la llave de todas las cerraduras, todos sus secretos regados, tenía la fórmula necesaria y única de su autora. Agotada, el décimo día en la madrugada logró tatuar el punto final seguido de su firma temblorosa pero segura. Con mucho cuidado acomodó las hojas quebradizas, las dobló y las encerró en un sobre de papel blanco. Era hora de asignarle destinatario, alguien a quien confiarle aquel resultado. Tras horas de meditación el sobre quedó en blanco por la parte de adelante y la trasera indicaba la fecha con números irregulares. La carta terminó dentro de una caja roja con tapa punteada en la que descansan ese y muchos secretos más, todo debajo de la cama. La carta tiene la llave, tiene la fórmula, tiene las respuestas, tiene a su autora.

Peces

I get eaten by the worms, weird fishes. [Radiohead, Weird Fishes/Arpeggi]

We're just two lost souls swimming in a fish bowl, year after year. [Pink Floyd, Wish you were here]

Quería parar a disfrutar de los momentos, del suave vaivén de los peces en el agua. [Jarabe de Palo, Como peces en el agua]

You filled the lake full, but the fish they all died. You painted them blue, but the paint would not dry. [Superchunk, Green flowers, blue fish]

... donde los sabios se retiran del agravio de buscar labios que sacan de quicio, mentiras que ganan juicios, tan sumarios que envilecen el cristal de los acuarios de los peces de ciudad que mordieron el anzuelo, que bucean a ras del suelo, que no merecen nadar. [Joaquín Sabina, Peces de ciudad]

Fisch und Mann zur Tiefe sinken. Wo die schwarze Seele wohnt ist kein Licht am Horizont. [Rammstein, Reise, Reise]

Tuesday, January 13, 2009

Identidades

Escenario: una cafetería.
Personajes: un cliente muy alto(A) y una mesera detrás de la barra (B).
B: Hola, ¿qué te doy?
A: ¿Qué tés helados tienes?
B: Todos los que están en el menú y acaba de llegar uno nuevo: es chino con sabor a galleta.
A: ¿Té con sabor a galleta?
B: Sí, es lo más nuevo que tenemos.
A: Bueno, dame uno de esos entonces, helado por favor.
B: ¿Quieres que le ponga tapioca? Es también una nueva adquisición.
A: ¿Tapioca? ¿Qué es eso?
B: Nuestra nueva adquisición para los tés helados y los cafés fríos.
A: Bueno, pues échale tapioca.
B: En un momento te damos tu té, ¿quieres una galleta para acompañarlo?
A: ¿Cuál me recomiendas?
B: Nos acaban de llegar unas galletas con sabor a té verde.
A: ¡¿Galletas con sabor a té?! No, gracias, nada más el té.
B: En un momento te lo entrego.
Resultado: El vaso de plástico contenía una sustancia espesa y de color morado claro, no lila, morado. La sustancia helada hacía que el vaso sudara. En la parte del fondo del contenedor se veían unas bolitas negras suspendidas en el líquido, éstas estaban a una temperatura muy alta, cada bolita era del tamaño de una mora azul. En conjunto, la bebida parecía un monstruo salido de un cuento para niños. Un té que efectivamente, sabía a galleta y tenía tapioca negra y grande en el fondo.
Nota personal: ¡¿Por qué el té tiene sabor a galleta y viceversa?! Hay que aceptar que el té es té y siempre va a ser té, es bueno siendo té, teniendo sabor a té. Las galletas son galletas, con sabor a galleta, con olor y textura de galleta, son buenas siendo galletas, no té. El té debe de ser té y las galletas deben de ser galletas.

Wednesday, January 07, 2009

Pijamas

¿Por qué las pijamas son realmente geniales?

  1. Son cómodas.
  2. Son suaves.
  3. Son alegres.
  4. O no.
  5. Son de todas formas.
  6. En ellas se sueña.
  7. También se puede escribir o ver un partido de fútbol con una puesta.
  8. Tienen una especia de magia.
  9. Cualquier prenda puede convertirse en una.
  10. Cuando se duerme con una todo se disfruta más.
  11. Son de rayas o puntos. O no.
  12. No importa cómo se vea la persona dentro de una.
  13. Me recuerdan las horas de sueño.
  14. Los sábados cobran otro sentido si se usan como ropa de día.
  15. Las fiestas pueden ser más divertidas.
  16. Hay para toda ocasión o estado de ánimo.
  17. Hay para todas las personas.
  18. Ayudan a atrapar el sueño.
  19. Son amigables.
  20. Me gustan.

Me conoce

"...eres de sentimientos fuertes, sabes que no dejarás ir la tristeza hasta haberle extirpado todo lo bueno de ella."

-Alguien que realmente me conoce.