Sunday, April 20, 2008

Gracias, lo recibí.

Despué de abrir la riudosa puerta la ví, ahí puesta esperandome muy paciente, y no lo pude resistir, algo me llevo a sentarme encima de aquella piedra enorme, blanca y redonda. Cuando estaba yo sentada viendo el cielo medio nublado vino una ráfaga de viento, las hojas de los escasos árboles bailaron con él, el pasto se estremeció con las cosquillas que le hacía, y la calle se cubrió de polvo gris que voló por todos lados. Mientras yo intentaba observar todo el espectáculo con los ojos llenos de pólen y el pelo en completo descontrol, sentí algo en mi frente, muy cerquita de la ceja; era algo cálido y suave, que duró muy poquito pero que al mismo tiempo me dejó una sensación duradera. Giré a ver qué era lo que había sido y me encontré con que la bugambilia que estaba a mi lado me había dado un beso. Un beso. En la frente, como si supiera que son mis favoritos. No sé si fue enviado, porque no tenía remitente, o si fue nada más porque quiso. Pero al fin y al cabo: un beso es un beso.



Y si tú lo mandaste, gracias, lo recibí.



3 comments:

Anonymous said...

uy uy uyyy, mi laiki.

Anonymous said...

wow! qué bugambilia tan traviesa jajaja.

Anonymous said...

Yei!! habrá sido de eugenio patricio?