Thursday, June 12, 2008

Se fué la luz

-Esta noche, no habrá luz.
-¿Ni estrellas ni la Luna?
-No, no hbrá luz. Punto.
-Bueno.
A las siete de la tarde aproximadamente todos empiezan a correr a sus casas como si de eso se tratara la vida que traen colgando. Unos más rápido que otros, y esos otros más lento que los demás, pero eso no impide que la ciudad se empiece a guardar. Hay algunos despistados que se quedan un rato más afuera, pero al fin y al cabo, en algún momento pretenden entrar.
Las ocho empezaron y el sol que apenas se ve entre tanta nube también quiere largrse ya. Poco a poco todo se vuelve un poco más azul, gris. La gente se mueve cada vez más rápido, por lo general no le gusta ser alcanazada por sorpresa cuando de la noche se trata. Las ratas salen a los basusreros; ya nadie las va a sorprender robando comida, no hay ni un sólo pájaro que se aventure a volar fuera de su nido, árbol o hueco en alguna pared descuidada o techo raído.
El gris se va volviendo más morado y todo se hace lento y pesado, congelada e inmóbil la ciudad se queda con forme las nueve van llegando poco a poco, escurriénose por las calles e invadiendo de olores, la verdad repugnantes, todo el aire que se puede respirar.
Finalmente todo queda en silencio, nadie se ha dado cuenta que las luces que roden las calles no se encienden, ni tampoco las de los cuartos de los niños, ni las lamparitas de noche de los abuelos, ni tampoco funcionan las plantas de elecricidad, ni brillan las estrellas- aunque eso no es novedad- ni ha salido a saludar la Luna. Todo está a oscuras.
-Dijo que se iría y se fué, efectivamente.
-Ya sé, le tengo miedo a las sombras.
-Pero, ¿no te dijo que ahí estaría? ¿Que lo buscaras?
-Algo así, pero el miedo no se va.
-Mira, debajo de tu cama... toma mi mano para que no te caigas.
-Gracias, ¿qué hay?
-Una sorpresa.
-¡Ya las había olvidado! ¡Gracias!
Brucilla sacó de debajo de su cama una esferita que brillaba tenuemente, la tomo entre sus dedos y el brillo fue aumentando, quitándole el lugar al miedo.
Esa noche no había luz, pero la niña y su Kube la tenían en un rinconcito de un cuarto encerrado, en una casa desconocida de la ahora negra ciudad que permanecía en sielencio mientras esperaba la hora de despertar con la llegada del nuevo día, de la luz.

4 comments:

Anonymous said...

Qué bonito que encontró un rayito! me gustó mucho.

(Checa las erratas porque algo pasó con tu compu)

Un besote, yo

El Autor said...

Yo nunca me escondo Brucilla, aunque a veces te hable sin palabras. Anda sin buscarme y encontrarás esa conocida mirada oscura....

Neferteris said...
This comment has been removed by the author.
Neferteris said...

En mi vida se ha ido la luz tantas veces que ya la oscuridad parece una paranóica amiga; pero todo ha cambiado desde que encontré la luz que necesitaba para dejar el miedo de lado, gracias por darme renovadas esperanzas y fuerzas, gracias por ser esa luz que se había ido. Te quiere Neferteris

P.D: el coment pasado lo borré por ciertas erratas, pero es el mismo texto corregido.