Wednesday, November 12, 2008

Anoche

Anoche soñé contigo. Fue, como todos los sueños, extraño. Era en un ático cubierto de pasto fresco, en algunas zonas había charcos de lodo, pero al ser tan grande el espacio, era sencillo caminar por los lugares secos. Tú estabas triste, pero al mismo tiempo no sé por qué sonreías, mucho, todo el tiempo. Los sueños son raros, siempre raros. No sé por qué estabas triste, y mucho menos cómo llegué a descubrirlo. Caminabas de un lado a otro, con gente, con una sola persona, con una chica, con otra chica. Yo nada más veía. Nunca supe si supieste que estaba yo ahí dentro, en el mismo sueño. Aún así, nunca me miraste. El día, en el sueño, iba pasando poco a poco, como si fuera real. El sol se movía, a pesar de que estábamos adentro de un ático enorme, en cuyo centro había un agujero cuadrado con unas escaleras de madera por las cuales la gente subía o bajaba. Pero tú no, ahí te quedaste. Y yo también. Hubo varios momentos en los que sentí que me mirabas, pero nunca supe si eran reales o no, uno nunca lo sabe cuando es un sueño. Al despertar sentí que me mirabas, esta vez de verdad. Pero no estabas ahí, ni yo tampoco. Fue solamente un sueño.


"Soñé extraño"- dijo Brucilla al despertar.
"Siempre es extraño"- respondió Kube, ya estaba despierto.

3 comments:

Anonymous said...

guow esta cañon gracias no manches neta si te lo imaginas perfecto y definitivamente los sueños son siempre extraños

Alice said...

I love to dream about non existent people...to look into their eyes and see myself jajaja se sigue del todo o no¿?

F. said...

Las mejores miradas siempre son las más discretas, las más secretas.