Wednesday, November 26, 2008

Lápices y Nombres

Los lápices son muy especiales, muy en particular hablo de los que son amarillos y tienen la goma para borrar rosada. Todo el mundo sabe qué es un lápiz y para qué sirve. Los hay de mucho tamaños, colores, formas; hay unos que se tuercen, otros que pintan claro, otros muy oscuro. Los hay para dibujar, para diseñar, para pintar, colorear, para ser diluidos, para contar, para escribir y borrar. BORRAR. Un lápiz cumple su función una vez que se ha escrito algo con él y luego, si uno quiere, puede borrarse. BORRARSE. En la vida real las cosas no pueden borrarse sin más, con un lápiz (amarillo lo prefiero yo) sí se puede. Escribo y escribo, en gris, con grafito y luego lo borro. Lo vuelvo a escribir y, si quiero, si la gana me da, lo borro. Y ya.

Los nombres quedan impresos. Una persona, animal, cosa, personaje, se identifica con su nombre. Todos son importantes, uno no puede ser sin nombre. Cada letra tiene personalidad, cada sílaba cuenta una característica y todo junto es inseparable de su dueño. Canasta. Muchos tipos, pero al fin y al cabo, una canasta es una canasta. Gato. Cuatro patas peludas, una cola esbelta y delicada, bigotes, ojos felinos. Patricio. Un nombre, un sujeto en específico. No puedes quitarte el nombre, es algo que siempre estará ahí, el que llamas en voz alta o por el cual tu alma te identifica. Uno, dos, tres, cinco, todos lo que sean, pero los necesarios para delimitar tu persona. "Soy Eugenia" dicho con una voz grave, lenta, profunda. La veo. "Payo", un apodo, aún así, lo identifica. "Nube blanca". También pseudónimos. Los nombres deben ser. Tu nombre es bello, por ser tuyo nada más. Pueden coincidir las letras, las sílabas, los apellidos incluso, pero tu esencia no. Ahí esta cuando dices: "Pablo", solamente con tu tono de voz, con tus pausas, con tu persona derramada sobre él.


Los nombres no se pueden decir con lápiz. Ni siquiera con uno amarillo. Los nombres no se borran. Los lápices son para borrar lo hecho. Cobardes, pero al mismo tiempo amigables al inviratme al riesgo de hacer algo, que luego podré deshacer si me equivoco. Los nombres no son así. Los nombres son, están, mientras que tú seas y estés, aquí o en otro lado.

5 comments:

Anonymous said...

Escribir con lápiz te da esa deliciosa sensación de SENTIR lo que vas anotando, el grafito frotando el papel y dejando en él un poquito de sí mientras dibuja tus ideas con un delicioso ruidito... ¡me encanta escribir con lápiz!

Gracias por plasmar aquí tus reflexiones sobre este pequeñísimo placer cotidiano.

Sergio said...

Me pareció hermoso lo que escribiste, pero difiero contigo en una cosa, los nombres no definen la realidad ni la identidad, intentan explicarla. Te dejo unas lineas de un autor y una obra que seguro ya conoces y tratan sobre el asunto. "JULIETA.- No eres tú mi enemigo. Es el nombre de Montesco, que llevas. ¿Y qué quiere decir Montesco? No es pie ni mano ni brazo, ni semblante ni pedazo alguno de la naturaleza humana. ¿Por qué no tomas otro nombre? La rosa no dejaría de ser rosa, y de esparcir su aroma, aunque se llamase de otro modo. De igual suerte, mi querido Romeo, aunque tuviese otro nombre, conservaría todas las buenas cualidades de su alma, que no le vienen por herencia. Deja tu nombre, Romeo, y en cambio de tu nombre que no es cosa alguna sustancial, toma toda mi alma."

Sergio said...

Me pareció hermoso lo que escribiste, pero difiero contigo en una cosa, los nombres no definen la realidad ni la identidad, intentan explicarla. Te dejo unas lineas de un autor y una obra que seguro ya conoces y tratan sobre el asunto. "JULIETA.- No eres tú mi enemigo. Es el nombre de Montesco, que llevas. ¿Y qué quiere decir Montesco? No es pie ni mano ni brazo, ni semblante ni pedazo alguno de la naturaleza humana. ¿Por qué no tomas otro nombre? La rosa no dejaría de ser rosa, y de esparcir su aroma, aunque se llamase de otro modo. De igual suerte, mi querido Romeo, aunque tuviese otro nombre, conservaría todas las buenas cualidades de su alma, que no le vienen por herencia. Deja tu nombre, Romeo, y en cambio de tu nombre que no es cosa alguna sustancial, toma toda mi alma."

Anonymous said...

prometi dejar huella..
y eso que ya estaba aqui! (y yo sinceramente no lo sabia)
Me encanto anita...

Meruti Mellosa said...

Estoy de acuerdo con Sergio. El nombre no es sino la forma de abreviar una descripción de algo. Otra cosa es que la nostalgia que puede causar un nombre que no se borra es nada en comparación a la que causa un acto, una decisión. Y siempre traen consigo el recuerdo de, sí, un nombre.