Monday, September 01, 2008

Su caja, la caja.

"Tengo una colección muy grande de cajas. Hay de secretos, de burbujas, de palabras, de besos, de historias, de piedras, de todo. También tengo uan de abrazos, no es muy grande, pero eso no importa. Ahí cabe todo lo que debe de caber: abrazos. Aunque sean muy grandes, muy largos, muy intensos; al final siempre terminan entrando todos. Por afuera es azul marino con puntos blancos. Se vé simpática. Fue hace poco que la inauguré, cuando me sobraban abrazos y los tuve que dejar en algún lado- luego son muy pesados y hacen que duela la espalda-. Me encanta abrirla de vez en cuando y ver la inmensa variedad que ya he coleccionado, de verdad es una buena colección, variada y grande, como las colecciones valiosas tienen que ser. Cuando la vuelva a abrir te prometo que te la enseño, es digno de presumir. Pero bueno, por ahora está bien debajo de mi cama, junto con las demás cajas cerradas que algún día volveré a abrir."
Kube, muy serio, se le acercó y susurró en su oído:
"Brucilla, abrázame."
Ella lo miró y le respondió frunciendo el ceño:
"No, hoy no."

3 comments:

Anonymous said...

Gran intriga me provocaste: ¿porqué no quiso abrazar a Kube? ¿porqué se niega un abrazo?, es muy feo negar un abrazo.
Creo que puede ser válido negar un beso, pero ¿negar un abrazo? no se me ocurre bajo qué argumento... de verdad que me provocaste una gran intriga.
Te mando un beso, y por supuesto: ¡un abrazo!

Anonymous said...

y la caja de cuchillos, niño???
Asunciono Robot de Pastor

Anonymous said...

Comentaría, pero me da flojera.

Oh, demasiado tarde.