Wednesday, December 30, 2009

Y así termina

1. Clases de baile de primera clase, Robert Jeantal es quien tuvo la idea.
2. Desde el balcón vimos el mar, rabioso rugía emocionado; tratando de alcanzarnos.
3. En el cielo nos dimos cuenta de que no fuimos los únicos que llenaban sus copas con las estrellas de colores que caían del cielo, algunas para alcanzar el mar lentamente, silbando y festejando. La Luna también también cenó sonrisas.
4. Luego de largas miradas cierro los ojos, siento todo una vez más, lo saboreo, lo disfruto y, finalmente, lo dejo ir. Llena de gusto espero, desdoblada, lo que viene.

Tuesday, December 22, 2009

She's back

-¿Ya se fueron?
"Creo que sí, no veo ninguna"
-¿Abrimos ya?- extremadamente ansiosa.
"¿Estás lista?"
- Sí.
"¿Segura? Para que funcione debes estarlo por completo."
-Sí, lo estoy. ¡Abre!

Y muy lentamente fue entrando la luz blanca otra vez, la puerta rechinaba de alegría y la niña dio un paso al frente. De la mano de Kube. Sonriendo secó una lágrima tan dulce que parecía miel cristalina y volvió la claridad.

Primera de Brucilla y Kube, luego de tiempo reparando en la oscuridad.

Wednesday, December 09, 2009

Baladí

Ya hubo Crème Brûlée, ya hubo crepas de todos estilos, ya hubo postres y también una que otra delicia salada, y ahora llega el invierno y la cocina se llena de clavo y nuez moscada. Lo que sigue son cientos estrellas bien horneadas. Astros no tan pequeños y de color bronceado, unas más que otras. Lo que llama la atención es que, a pesar de la vainilla, no ha habido ni una sola peca, lo que hay ahora son lunares. De vez en vez salen del horno con uno o dos puntos coquetos en sus extremos. Hubo una atrevida que lo llevaba en el centro, orgullosa de portar la marca que la especie que llena la casa de recordatorios invernales había dejado. El detalle de los lunares no es baladí, francamente hay muy pocas galletas que se atreven a mostrarlos después de pasar por el calor. Las mías no son así, las mías tienen, cada una, una diferencia, las mías son únicas entre sí, las mías son arrogante a veces, y muchas otras necias y lentas, pero al fin y al cabo son invernales, frías por fuera y cálidas por dentro. Y, ahora, tienen lunares con olor a clavo y nuez moscada. 

Tuesday, November 24, 2009

November rain

So never mind the darkness
[...]
'Cause nothing lasts forever
even cold November rain.
-Guns & Roses

Me ha sorprendido con uno de los regalos más lindos del año. Lluvia. En pleno noviembre. cuando el frío ya llega junto con los cielos azules y despejados. El sol ya no tiene dónde correr y las sombras se han vuelto gélidas. Poco a poco las nubes se despiden, pero no esta noche. Así como quien no quiere ser descubierto se acercaron hasta mi ventana y fueron dejándose caer poco a poco. Muy suavecito. Gotitas de agua helada que mojaron las hojas de los árboles una vez más. Todo en la oscuridad de la noche, para que fuera una verdadera sorpresa. De esas que me estremecen la piel y me hacen sonreír hasta las lágrimas. Lluvia en noviembre. Noviembre helado que dejó que el agua se despidiera de mí, una vez más. Besando mis dedos a través de la ventana y una que otra vez en la mejilla. Porque esta despedida no fue una triste, sino todo lo contrario. Me llovieron besos que me acompañan para soportar el invierno. Mi lluvia de noviembre.

Ío, Europa, Ganímedes, Calisto y los Sky Scouts

La Plataforma, 8:30 pm.

Acaba de anochecer en rojo. Las coordenadas son altas todavía, no hay necesidad de elevarnos. De nuevo solamente somos tres elementos. No hay necesidad de capuchas. El segundo instrumento erguido en el suelo. Esperamos. Cielo completamente despejado, aún claro. Poca luz desde la superficie y en la mira aparece el satélite. A un día de cuarto creciente. Detalles: luminosos, demasiada luz para ubicarlos todos. Movimiento: rápido, pero alcanzable. Cambio de objetivo. Nuevo objetivo: Júpiter. Y cuatro satélites más. Descripción: las cuatro alineadas, casi se pueden trazar las órbitas. Belleza.

Misión: Cumplida.
Resultado: Reforzamiento del resfriado, nuevas coordenadas ubicadas, segundo instrumento desempolvado.

El cuarto, 11:50 pm.

Ahora duermo con cinco Lunas. Cada una me mira de una manera distinta. Pero todas saben lo que hay. Miran desde arriba, sin bajar. Ellas son Lunas, no estrellas. No conceden, nada más miran. En silencio.

Misión: Incompleta.
Resultado: Medio sueño interrumpido.

FIN DE REPORTE
-S.S.3

Friday, November 13, 2009

Mut


Desde el suelo quebrado, quebrado. Con la piel cuarteada y ensangrentada, los huesos deshechos y la cabeza dando vueltas, abre los ojos hinchados y salados. Apenas los abre, no tiene las fuerzas, pero lo hace y por esa rendija entra un rayo de luz blanca. Una luz suave, amigable, que sana. Y poco a poco las nubes en su cabeza le permiten darse cuenta de que toda esa oscuridad que sentía envolviendo su ser no era más que interna. Aferrado a esa mota de luz se esfuerza por abrir más y más los párpados amoratados. Lo logra y duele. Pero aquella luz va calentando poco a poco la parte de atrás de su mente, ordenando y disolviendo el humo que dentro se arremolinaba. Así sabe qué es lo que ha de hacer, y cómo ha de hacerlo. Levantarse. Con dificultad mueve un brazo y apoya la mano temblorosa en el suelo. Las punzadas son intensas. Acto seguido apoya el otro brazo. El dolor se vuelve insoportable. Luego dobla una rodilla con un grito que queda atrapado entre sus dientes apretados y pisa con fuerza. Siente cómo todos sus músculos se adormecen y amenazan con tumbarlo una vez más, pero no. No esta vez. Ahora se pone de pie. Dejando ese dolor atrás, dejando esas pesadillas oscuras en el concreto cuarteado. Ahora se levanta, solo y de una buena vez, de un jalón. Y levanta la cara. Y mira la luz de frente.

Wednesday, November 11, 2009

El día de los deseos (11 del 11)

Antes de desear hay que saber...

a) Los deseos no se cuentan; si lo haces entonces no se vuelven realidad. Yo creo que es porque son tímidos, pero no puedo estar segura. Una vez que los cuentas se esconden, ya no quieren manifestarse, nada más no se cumplen. Por eso es que hay que tener cuidado y mantenerlos en secreto, hasta que se cumplen. Y una vez que ya están ahí hay que decirlo. Aunque sea a uno mismo, porque los deseos, además de tímidos, son orgullosos. Hay que saberlos tratar.

b) Muchas veces no se cumplen, muchas veces se cumplen pero los olvidamos. Otras veces nos arrepentimos de haberlos hecho y también podemos hacerlos realidad nosotros mismos. 

c) El miedo los estropea, los pudre, los ceba.

Ahora sí, para desear:

1. Cerrar los ojos.
2. Respirar hondo.
3. Desear.
4. Guardar el deseo en un lugar seguro.
5. Esperar, con paciencia y con fe. Esperar haciendo lo posible para cumplirlo. Esperar sin olvidar. Esperar.

Saturday, November 07, 2009

Gracias Mr. S.

Me gusta la Luna, casi tanto como el Mar, solo que él es mío y yo suya. Y de la Luna no soy más que una flor.

Gracias Mr. S.

Friday, November 06, 2009

Red as strawberries in summertime

"I understand feeling as small and insignificant as humanly possible, and how it can actually ache in places that you didn’t know you had inside you […] and after all that, however long all that may be, you’ll go somewhere new and you’ll meet people who make you feel worthwhile again, and little pieces of your soul will finally come back. And all that fuzzy stuff […] will eventually begin to fade."

-Iris, T.H.

Abres un ojo, luego de una noche larga y salada, y miras el reloj para darte cuenta de que es tarde. Pero no importa. el resfriado no te deja respirar bien, y el frío roza tu nariz, sonrojándola un poquito. La rosa roja de la mesita noche te sonríe pero no quieres dejar las blancas sábanas atrás. Todavía no, aún hay tiempo. Hoy no irás a trabajar, ni a clases. Ta darás un baño con olor a coco y vainilla, que lave todo lo que hubo la noche anterior. Y saldrás tan blanca como el cielo afuera. En la mesa te espera una taza roja, humeante y dulce. Todo está bien. Finalmente, calzas tus pantuflas nuevas y observas con cuidado cada segundo que te espera, lleno de espuma suave, de suspiros verdes, de flores blancas, de gente y de abrazos, de fresas en la nieve, de piano y estrellas. De deseos que sí harás. 


Tuesday, November 03, 2009

She's gone

"¿Por cuánto?"
-Hasta que cierre los ojos sin pesadillas.
"Siempre las tendrás"
-Entonces hasta siempre. Ven.
"Vamos."

Cerró la puerta con trabajos, cerró las ventanas y luego las cortinas. Se sentó, without dry cheeks. Se anudó en sí misma y calló, estremecida por dentro y helada por fuera.

-Última de Brucilla y Kube, antes de que cerrara la puerta verde y los enormes ventanales de luz, con un suspiro hondo y filoso. Que le duele, y a Kube también.

Tuesday, October 27, 2009

NKbNb

Soy un pez.
No soy una salamandra.
Soy lunares.
No soy pecas.
Soy verde.
No soy amarilla.
Soy cristal.
No soy madera.
Soy.
No soy.

Contradicción.

Saturday, October 17, 2009

Buenos días

Como tres veces cada semana, cerré la puerta tras de mi con el cielo todavía oscuro. Dejando mi respiración visible a mi paso y abotonando mi abrigo con una mano, abrí la puerta con la otra y entré en el auto. Me estremecí, intenté lucir más despierta y encendí los motores para luego arrancar tomando el mismo camino hacia el mismo lugar. I won't shiver in the cold. I won't let the shadows take their toll. I won't cover my head in the dark, and I won't forget you when we part. En uno de mis despistes matutinos, miré al cielo. Estaba oscuro, pero en medio de esa negrura se asomaba una despedida llena de alegría, llena de luz. Una sonrisa apenas marcada, como una línea que abría paso a la luz entre esa fría penumbra. Y, acompañándola, una gotita que desprendía casi el mismo brillo. I won't heal given time. I won't try to change your mind. I won't feel better in the cold light of day, but I wouldn't stop you if you wanted to stay. Una despedida llena de esperanza, llena de anhelos y de deseos esperando ansiosos por cumplirse. Levanté la mirada y le devolví la sonrisa, llena de luz, blanca. Collapse the light into earth.

 

El camino siempre es muy largo, pero no cuando voy acompañada, y mucho menos cuando se trata de una sonrisa que luego me hace un sorpresivo regalo. Brosandi. Hendmust í hringi. Höldmust í hendur. Allur heimurinn óskýr nema þú stendur. Con forme los segundos se escurrían por el parabrisas casi empañado, el cielo cedía y diluía su profunda oscuridad ante la luz del día. Una luz ligeramente coloreada de azul, de rosa, de verde y amarillo. Rennablatur. Allur rennovotur. Engin gúmmístígvél. Hlaupandi inni í okkur. Vill springa út úr skel. Los colores eran casi inseparables unos de otros, pero el tiempo los fue definiendo, les fue dando intensidad a cada uno. Entró el naranja, el rosa mexicano, el azul turquesa y la sonrisa seguía ahí. Vindurinn, og útilykt af hárinu þínu. Eg anda eins Fast og ég get, með nefinu mínu. No me dejaba sola, ni ella ni la peca de luz que brillaba a su lado. A mi lado. Colores que me recibieron con un abrazo cálido, lleno de tranquilidad. Lleno de paz. Hoppípolla. Í engum stígvélum. Allur rennvotur (Rennblatur). Í éngum stígvélum. Og ég fæ blóðnasir. En ég stend alltaf upp.

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Fuentes:

1. Viernes 16 de Octubre de 2009

2. Collapse the light into Earth, Porcupine Tree

3. Hoppipolla, Sigur Ros


Traduccion:

Smiling

Spinning round and round

Holding hands

The whole world a blur

But you are standing

 

Soaked

Completely drenched

No rubber boots

Running inside us

Want to erupt from a shell

 

The wind

An outdoor Shell of your hair

I breathe as hard as I can

With my nose

 

Jump into puddles

With no boots on

Completely drenched (soaked)

With no boots on

 

And I get a nosebleed

But I always stand up.

Wednesday, October 14, 2009

Caminata en la Luna (con Converse verdes)

A: No se puede caminar sobre la Luna con Converse verdes, por la falta de gravedad, por la falta de atmósfera, por los rayos ultravioleta y por los gama.
H: Sí se puede, no veo por qué no. ¿Qué tiene la gravedad?
A: Haría que mis pies, y mis Converse verdes se desintegraran
H: Entonces, ¿sería como si fueras caminando y en eso dejas en el camino un dedo, luego la suela y así?
A: No, todas las partículas se separarían.
H: Caray, cuánta imaginación tienes. Yo no le veo ningún problema.
A: Pero aún así, no se puede.
H: Pa' mi que sí.

DESPUÉS

A: Cambié de opinión. Los Converse verdes son estupendos para una caminata en la Luna. 

Monday, October 12, 2009

Un regalo

No la canto, no tengo voz para eso. Pero sí la escucho y reacciono. Recordando, invitando, esperando, suspirando y con la piel erizada. Los ojos me brillan y cierro los ojos para escuchar las hojas que revientan bajo los Converse verdes. Verdes, por supuesto. Ahora me siento frente a la mesa, sucia y cubierta de naturaleza muerta que colorea todo de ocre y amarillo. Sigo escuchando, y mi alma la canta, ahí si hay buena voz para eso. Incluso la baila. Yo te invito, te espero, te suspiro, te recuerdo.


Come sit at the table
under October's able skies

Once we'd seen eye to eye
I'd known that I'd pass you by
and I tried

The bells chime
seven times
completed at nine
the world moves slower I find

No, but I
learned of time
by your hands

And in shadow water's end
I learned not to swim,
but to lie
I wait for mountain
in twenty-two third hour
I insist on doubt
we're already laying on the grass
the grass

-Beirut.

Sunday, October 11, 2009

No-despedidas

"No entiendo por qué te molesta tanto."
-Porque quiere decir que no importo, demuestra mi invisibilidad.
"Puede ser que iba distraído, o que haya estado ocupado."
-No importa, siempre hay maneras de contestar una despedida. Aunque sea después.
"Siempre las hay."
-Cuando alguien que importa simplemente desaparece, da media vuelta en silencio, sigue de largo sin mirar, parte el corazón. Porque es importante.
"Es importante."
-Buenas noches. Adiós. (Con un suspiro hondo y entrecortado)
"Buenas noches, que descanses." (Comprendiendo muchas cosas)

Y Kube apagó las luces, como de costumbre, y acarició su mejilla. Ella sumida en la melancolía que le arrebató el sueño, esa y muchas otras noches

Wednesday, October 07, 2009

La verdad

Yo no quiero tiempo vacío. No quiero comida sin postre. No quiero brazos cruzados sobre sí mismos. No quiero juegos irreales. No quiero temores. No quiero respuestas cortas. No quiero ausencias. No quiero piropos. No quiero faltas. No quiero olvidos. Ni tampoco olvidar. No quiero hastío. No quiero sequía. No quiero sol sin cielo azul. No quiero silencios vacíos. No quiero delfines. No quiero formalidades. No quiero miedo. No quiero soledad. No quiero amarillo. No quiero noches nubladas sin lluvia. No quiero invisibles. No quiero oscuridad repentina. No quiero incertidumbres. No quiero flores marchitas. No quiero platos sucios. No quiero puños cerrados. No quiero ojos secos. No quiero suposiciones. No quiero indiferencia. No quiero ventanas vacías. No quiero puertas cerradas. No quiero manos sueltas. No quiero dejar de suspirar. No quiero lunares sin dueño. No quiero luz artificial. No quiero.

Thursday, October 01, 2009

Directo desde mí por otro

"... que vale la pena recordar cada uno de sus nombres." [1]
Gracias. 

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[1] Sara G. P., Maravillosa clase de griego clásico, o terapia colectiva que sembró muchas cosas aquí.

Sunday, September 27, 2009

Stars die

The moon shook and curled up like gentle fire
The ocean glazed and melted wire
Voices buzzed in spiral eyes
Stars dived in blinding skies
Stars die. Blinding skies.
-Porcupine Tree

Alguien cayó. Sobre el suelo duro de piedra seca. Y, como sabemos ya, los hombres somos frágiles, nos pandeamos, nos cuarteamos y, finalmente, nos rompemos. Pues alguien cayó sobre el suelo y se rompió, se hizo pedazos, añicos. Débil, adolorido, sin lágrimas ya. Los trozos se esparcen con el impacto y salen disparados por todos lados, unos más pequeños que otros, unos más lejos que otros. ¿¡Ahora qué!? 

Ahora ese alguien mira al cielo, de noche, oscuro. Lo mira y duele levantar la mirada, en lugar de un sólo esfuerzo hay que hacer miles, uno por cada pedazo. Y el suelo es duro y seco, raspa, hiere, rompe. Pero alcanza a ver ese cielo, tan oscuro y tan profundo, cuajado de estrellas. Pedacitos de luz. Pedacitos. PEDACITOS. Igual que ese alguien que cayó en el suelo duro y de piedra seca. 


Sunday, September 20, 2009

Sumamente elegante

-Mira, no te va a gustar al principio, llega un poco disfrazada y con un atuendo engañoso, que puede resultar agresivo a primera vista. Pero una vez que la miras bien, que la examinas un poco, que le das una oportunidad se hace grande, distinguida, elegante. Dale esa oportunidad, tiene mucho dentro, aunque es de corta estatura aparentemente.

-Bueno.

-Escúchala con mucha atención y no pierdas detalle:

Lo que cambia es lo que permanece.

-Brucilla aprende a aplicar la metafísica. Brucilla se atreve a responder sus preguntas. Brucilla se vuelve blanca, verde y azul, otra vez. Brucilla cambia y, al mismo tiempo, permanece. Brucilla vuelve.

Sunday, September 13, 2009

Descripción sonora

Un intento de descripción auditiva es lo que se pretende aquí. En la medida de lo posible, se plasma una de las infinitas melodías de un suspiro. Uno de color azul, al principio. Luego palidece poco a poco y se tiñe de verde, que al mismo tiempo da lugar a un brillante e impecable suspiro blanco. 


-Well then. Your hands are cold.
P&P, J.A.

Wednesday, September 09, 2009

Mientras

Pocas cosas más lindas que una sonrisa desvelada un domingo en la mañana.

De un país muy lejano


Corre con todas sus fuerzas, con los brazos desocupados, la ropa suelta y el pelo lleno de viento. Corre sin respirar a veces, dando pasos desiguales, con los ojos brillantes y la boca casi cerrada. Corre tan rápido que olvida cosas en el camino, que bota tesoros, que ignora detalles. Corre y coge el primer tren, sin pagar, ni pensar, ni mirar. Ahí dentro su pensamiento vuela a través de la ventanilla empañada, mirando la madrugada gris, sin recordar. Una de sus manos revisa el bolsillo y le muestra un pedazo de papel arrugado. Ya sonríe, ya recuerda, ya espera. El tren se detiene y baja empujando. Corre por la calle, pisado basura, sobre los charcos. Corre hasta dejar atrás las casas, los edificios y las tiendas. Tan deprisa va que la gente no la puede ver. Corre sin una pausa, sin descanso. Corre y llega a su destino. Se detiene en seco. Sus ojos se abren de par en par y recuerda, con una bocanada de aire helado. El campo de hierba azul la recibe con los brazos abiertos. Sonriendo. Riendo. Recordando y respirando. Ahora, flores blancas que flotan y bailan con la brisa que acaricia el monte azul lleno de rocío y lluvia mezclados, se queda en el país lejano, muy lejano.

Friday, August 21, 2009

Ideas móviles

Supuesto: las ideas se mueven.
Hora: 3:29 pm.
Ejercicio: descripción.
Límite de tiempo: indefinido.
Paciente: yo no. 4

Como sopa de cebolla gratinada. Hablo francés. Veo a Radiohead. Regreso a Radiohead. Estoy en Radiohead. Toco el piano. Leo. Tienes barba. Mucha gente en mi casa. Luces. Noche. Música alta. Bailo. Bailo danzón, salsa, tango y flamenco. Entiendo. Duermo. Sueños lindos. Canto. Ya no tienes barba, ahora tienes lentes. Flores ya marchitas. Flores nuevas. Blancas y rojas. Todo ordenado. Hablo alemán, griego, latín. Lluvia sobre mi cabeza. Lluvia tibia. Botas de hule verde. Toco guitarra y canto. Soy Pink Floyd. Soy verde. Soy blanca. ¡Vuelo! Nubes suaves al tacto. Subo hasta salir del mundo. Toco una estrella. No quema. Bajo de nuevo. Planeo sobre el mar. No hay tiempo. Bebo agua de limas. Veo el Sol. Veo la Luna. Tengo la Luna. Salpico al caer al agua. Soy un pez. Y te veo.

Hora de llegada: 3:39 pm.
Estado: corazón agitado.
Receta:--

Sunday, August 16, 2009

La metafísica de Jorge Negrete

- Piénsalo, José, si todas las cosas fueran a semejanza de las Formas, entonces éstas también deberían de ser a semejanza de otras, y éstas de otras, y éstas de otras, ¡y así al infinito!
-No me interesa.
-Es importante, aunque no te interese.
-No es importante, por eso mismo no me interesa.
-¡¿Entonces tú nunca piensas en las cosas más allá de las que están en frente de tus narices o qué?!
-Mira, Julia, ya estoy cansado de que siempre sea lo mismo contigo. No me interesan las Formas. ¡Y mucho menos cuando hay cosas más importantes en qué pensar!
-Pues si no te importa lo que a mí, entonces.. ¡entonces me voy!- solloza estruendosamente dando media vuelta de una manera tan violenta que sacude sus negros caireles.
-Vete pues- dice levantando los hombros y alzando la barbilla.
-Me voy...- responde tronando los dedos de sus blancas manos y luchando por no mirar hacia atrás.
-¡Ya estuvo bueno contigo, Julia! ¿Te vas a ir o no?- replica al tiempo que la toma firmemente de los brazos y la acerca hacia sí rápidamente.
-Sí, José. Me voy.- esto último casi inaudible, los ojos entrecerrados y la punta de su nariz rozando la de José.
-Pues no se qué estás esperando, Julia- y, finalmente se funden en un beso, de esos que ayudan a olvidar y a perdonar. 

Thursday, August 13, 2009

Star Shower y los Sky Scouts

La Torre, 11:00 pm.

Ya alcanzamos la cima. Somos solamente tres elementos (el Grande, el Alto y yo). Todo en calma. Hay vigilancia patrullando. Seguimos encapuchados en lo que el Instrumento suelta la información. No hay mucho viento. Al Sur: nubes amenazadoras. Finalmente el Instrumento muestra la dirección: Casiopea. Esperamos lo suficiente, quietos, yo con el Instrumento en las manos. Llegan las nubes. Visibilidad: Vega, Escorpión y Aquila. No hay pista del evento. Transcurre una hora. Nada. Con el Instrumento: localizar Polaris. Imposible. Todo cubierto de espeso gas gris. Hora y media en silencio. Apagar Instrumento.

Misión: Incompleta.
Resultado: Resfriado, especialización en el uso del Instrumento.

El Cuarto, 2:26 am.

Me bañaron las estrellas. Dejaron tres marcas nuevas en mi piel. A penas logro distinguirlas. El cielo las dejó en mi techo para que de ahí cayeran. No Casiopea; mi habitación. Instrumento equivocado.

Misión: Cumplida.
Resultado: Lunares.

FIN DE REPORTE

-S.S.3

Thursday, July 30, 2009

My one and only

Se sabe poderoso, pero aún así utiliza la máscara más fina de la timidez. 
Yo llego quieta, curiosa.
Él se retira. 
Arrítmica, comienza la inocente pero predecible coquetería.
La brisa ligera me trae su aroma mojado e irresistible y me lleno desde los pulmones hasta la punta de la nariz.
Con los ojos cerrados.
Me sorprendo al sentir espuma impecable y blanca entre mis dedos.
Cuando abro los ojos se vuelve a retirar.
Doy un paso hacia adelante para alcanzarlo.
Agua ligera acaricia mis tobillos, coqueta.
Sonrío a medias y se va, sin regresarme la mirada que lancé desde abajo.
Otro paso hacia adelante y no lo alcanzo.
Otro más y, repentino, me vuelve a sorprender.
Ruidoso, alcanza mis rodillas y se abraza de ellas firmemente, salpicando mis hombros con besos frescos y salados.
Se va con una sonrisa oscura que promete regresar.
Otro paso, con cuidado, y me atrevo a desafiarlo.
¿Qué más? Pregunto con los dedos que cuelgan de mis manos húmedas.
La respuesta llega repentinamente.
Me toma de la cintura y me arrastra hasta él. 
Sin poder (ni querer) evitarlo me dejo llevar, me sumerjo en él, completa.
Lo beso, lo acaricio, perdida en ese vaivén que hace temblar la tierra.
Sumergida entera en ese murmullo que deshace la roca.
Me estremecen sus cosquillas blancas y mi sonrisa es azul y verde.
Me agota.
El corazón marca la hora de partir.
Disimuladamente, me acerco a su orilla, pero se da cuenta.
Lee mis intenciones y, celoso, me empuja lejos de ahí.
Mis pies se vuelven a marcar en la arena suave y clara.
Se va.
Recupero el aliento con un suspiro y me doy cuenta de que ha dejado su huella impresa en toda mi piel.
Me voy.
Él, orgulloso, pretende no mirar, pero a mis espaldas roba cada una de mis huellas, esperando el momento en el que yo regresaré.
Él herido, yo arrepentida.
De nuevo jugaremos a retarnos.
A alcanzarnos.
A querernos.
Con olor a sal y sabor a mar.

Monday, July 20, 2009

Inmensa

Cerraba los ojos para el primer jalón, que no era violento ni repentino, pero el vértigo siempre me ha acosado al tratarse de grandes distancias verticales. Con una velocidad moderada subía, más y más, hasta sentir los pies descalzos cubiertos de brillante escarcha. Luego abría los ojos, mirando hacia arriba. La oscuridad infinita me esperaba con los brazos abiertos de par en par, y yo atravesaba la atmósfera siempre sonriente, disfrutando de cada escalofrío mortal, de cada nervio adormilado, de cada centímetro de mi cuerpo que se azulaba. Sin dejar de subir miraba hacia abajo, para darme cuenta de que todo quedaba ahí, atrapado en esa esfera brillante. Todo se volvía parte de lo mismo, y yo lo miraba entero. La sorpresa y emoción llenaban mis pulmones, que ya no necesitaban de aire para funcionar. Mi estómago se llenaba de mariposas invisibles que revoloteaban alocadas. Me encontraba sola, subiendo dentro de esa inmensidad oscura, dentro del vacío que luchaba por traspasar mi piel, por destrozar mi cuerpo, por poseer mi alma. Pero yo no lo dejaba entrar, ni por mis oídos, ni por mis ojos, ni por mi boca. El vacío estaba ahí, pero nunca formó parte de mí para lograr que yo me convirtiera en parte de él. Finalmente veía mi destino, tan plateada como siempre me esperaba. Lento, los dedos de mis pies enterraban sus puntas en la fina arena gris y, ligera como nunca, caminaba yo hasta mi lugar favorito. Donde todo era belleza, silencio y paz. Donde yo lo veía todo encerrado en una burbuja que se iba iluminando con forme el Sol llegaba. Sentada y hecha nudo, esperaba a que llegara la hora de regresar para formar parte, una vez más, de esa enormidad limitada. Lo miraba conmovida, feliz. El agotamiento ganaba sus batallas y lograba que mi cabeza se llenara de arena de plata, mis ojos se cerraban y dormía. Nunca pude descifrar el regreso; todas las mañanas, luego de viajar, amanecía sobre mi cama, con algunas motas de polvo lunar en las plantas de los pies y la cabeza llena de ese silencio total y hermoso que solamente ahí arriba existía. 

Cuarenta años pasaron desde que por primera vez se miró a la Tierra desde ese espejo de plata que nos observa cada noche. Cuarenta años de que alguien se dio cuenta de la razón por la cual romance que sostienen nuestro planeta y la Blanca es eterno. Belleza, silencio y paz.


Friday, July 17, 2009

Con Frank y compañía

Viernes por la tarde. Todo el mundo busca planes de última hora con tal de no permanecer en casa presas del aburrimiento. Los cines vomitan gente, en los restaurantes ya no hay mesas y los bares y demás se preparan para recibir a las hordas de jóvenes que ya se están alistando para salir (sobre todo las chicas). El tránsito se coagula poco a poco con forme la tarde va avanzando, como todos los viernes en la tarde. 

Este viernes ella no tiene prisas para encontrar planes, está tranquila mientras una llovizna acaricia su ventana. Despeinada, despintada y descalza se deja caer sobre el sillón y juguetea un poco con uno de los mechones de pelo que le rozan la frente. Por no tener nada que hacer cierra los ojos y presta atención a cada una de las canciones que la pantalla de su ordenador va anunciando. Todas eran perfectas, lentas y suaves. Hasta que llegó una melodía que captó su atención por completo... I've got you under my skin, I've got you deep in the heart of me... y uno de sus pies sueltos no pudo evitar marcar el ritmo en el aire. Aquella melodía logró sacarla de su comodidad y, dejando la taza caliente en la mesa, se dejó seducir por el aterciopelado ritmo que la invitaba a bailar. Lento y con los ojos todavía cerrados seguía los pasos que el cantante la invitaba a dar. Vuelta. Uno, dos, uno, dos. Vuelta. Y, para su sorpresa, una mano segura la tomó de la cintura y la otra acarició sus dedos, guiándola por cada una de las notas de la nueva pieza... come away with me in the night...

Así se escurrió aquella tarde de viernes, entre el susurro de las escobillas y las teclas pausadas. Uno, dos, uno, dos. Balanceándose tan ligeramente que apenas se notaba. Vuelta. Y cuando vino la noche, con sus escándalos y sus luces, ella sonrió al reconocer la mirada de su pareja de baile que, aunque invisible, la acompañó durante toda la tarde. Sin una palabra... close your eyes, close the door, you don't have to worry anymore... no hacían ninguna falta.

Saturday, July 11, 2009

Como dicen todos

"Después de la tormenta viene la calma", efectivamente, dicen todos (las madres, los padres, las abuelas, los abuelos, las hermanas, los hermanos, las maestras, los maestros, las revistas, los libros...). ¡Y qué manera de llover! Las nubes ennegrecidas se llevaron la luz de la noche y la iban soltando de a poco con risotadas estremecedoras. Cayeron gotas pequeñas, luego unas mucho más gruesas, después las que parecen no cesar y, finalmente, granizó. Con toda esa agua cayendo era imposible no sentir los huesos tiritar de frío. Amaneció y seguía lloviendo. Pasó la mañana y no paró. En la tarde volvió el granizo. Y después de un rato de estruendo alguien entra en un baño caliente y escucha cada una de las gotas que intentan entrar por la ventana, cada una de las canicas de hielo que amenazan con perforar el techo. Pasaron los minutos con normalidad, y algunos segundos después, descubrió en los golpes una melodía. Bien escondida, pero ahí estaba. En el instante en que fue revelada la canción, la tormenta empezó a disminuir notablemente. De granizo a gotas grandes, de gotas grandes a gotas pequeñas, de gotas pequeñas a llovizna, de llovizna a silencio, de silencio a calma.

Sunday, June 28, 2009

Recordatorio

-¿Qué haces?
Ella mira hacia arriba, sin hacer un gran esfuerzo con la cabeza.
"¿Qué no es obvio?" piensa.
-Bueno, ¿qué escribes?
Ella mira hacia arriba, otra vez, con los ojos llenos de una nostalgia desconocida que mojó sus pestañas.
"Es un recordatorio." piensa.
-¿Qué temes olvidar?
Ella mira hacia arriba, una vez más, ahora con una sonrisa que contrastaba escandalosamente con sus ojos.
"Lo que quiero." piensa. O, mejor descrito, suspira.

Brucilla & Kube.

Thursday, June 25, 2009

Meet Cute

"That's how two characters meet in a movie..."
- A. Abbot
"...or in real life."
-Mondblüme

1.

En el bar de la cuadra siguiente, el que tiene en la entrada la silueta de un gran lobo aullando, se sienta una mujer. Viene sola, con zapatos bajos, jeans rotos, blusa por fuera, pelo recogido en una cola de caballo y el maquillaje ya desgastado por el día. Se sienta en la barra y ordena una cerveza. El tiempo pasa suavemente y ella cruza unas cuantas palabras con el cantienro. Muy pocas, en realidad, pero suficientes. Al terminar, sonríe y paga la cuenta. Tomas sus cosas y sale, buscando las llaves en el desordenado bolso. No es muy tarde, pero el día fue largo, por lo que sus pasos al cruzar la puerta del lugar se habían vuelto torpes y pesados. Sin entender bien cómo, las llaves recién encontradas resbalan de sus dedos y van a dar directo al par de Converse azules que se disponían a entran al lugar. Rápidamente, ella estira el brazo agachándose para recogerlas, al tiempo que las disculpas salen de sus labios atropelladamente, pero su reacción coincide con la del extraño, provocando un acercamiento tal que las disculpas cesan de golpe. Ambos se levantan, él con las llaves en la mano y ella con los ojos muy abiertos. Al mismo tiempo sonríen y salien del lugar.

2.

La tormenta había sido completamente inesperada. El agua que se acumulaba en las orillas de las calles hacía de las banquetas un lugar peligroso, especialmente para los peatones que esperaban el transporte apiñados en sus respectivas paradas. Las siete de la tarde sorprendieron a la única mujer que esperaba en aquella esquina con los pies empapados y acalambrados por los zapatos altos, con el cabello escurriendo y el traje de falda manchado de tanta agua. Sus labios empezaban a azularse cuando vio a lo lejos las luces del camión que se acercaba. Finalmente. Temblando, desdobló los brazos y se preparó para saltar en cuanto las puertas se abrieran. Pero al hacerlo, era tanta su prisa, que no se dio cuenta de que había alguien más en frente de las puertas, intentando bajar. El choque fue inesperado y dejó a ambos pasajeros empapados y desorientados. Ella en brazos de él, él respirando con dificultad a causa de ella. Al mismo tiempo sonrieron y volvieron a entrar al vehículo, donde comenzó una larga y memorable conversación.

3.

Había llegado el día y el espejo no lo favorecía en lo más mínimo. Los nervios no lo habían dejado dormir y, para variar, se había hecho tarde. Sin desayunar, ni peinar, ni repasar salió despavorido a presentar el examen que lo había perseguido en todas las pesadillas del período que terminaba. La eterna fila para entrar al salón de la prueba le dio tiempo para darse cuenta de que había estudiado bien, pero no lo suficiente. Sus rodillas no dejaban de temblar ni sus oídos de zumbar. Finalmente era su turno para entrar y, luego de ubicar su lugar asignado, entró con pasos apresurados y la respiración agitada. El asiento era incómodo y la mesa demasiado estrecha e inclinada, tanto que era imposible colocar el lápiz amarillo del número dos sin correr el riesgo de que éste rodara hasta el suelo. Y fue al darse cuenta de lo anterior que el chico recordó que le faltaba el lápiz. Miró presa del pánico a su alrededor y se encontró con la mirada risueña de la niña sentada a su derecha. Tímidamente, le extendió la temblorosa mano de uñas verdes que sostenía un lápiz nuevo y con punta. Él lo tomó provocando un contacto accidental, ella se estremeció. Al mismo tiempo sonrieron y, mientras el desvelado realizaba el examen, soñaba con el momento de devolver el lápiz a su dueña y volver a encontrarse atrapado en su transparente mirada.

Sunday, June 21, 2009

La receta del día

Ingredientes:
  • Lluvia
  • Zapatos impermeables
  • Paraguas
  • Abrigo
  • La siguiente lista de canciones:
3. Diamond Sea, Yeah Yeah Yeahs

Preparación:

  • Mezclar todo. 

Nota: los resultados pueden variar dependiendo el contexto de cada persona. 

Thursday, June 18, 2009

Largos y bajitos

Hay veces, muchas, en las que el cielo ruge y grita con todas sus fuerzas. Golpea la tierra violentamente, sin piedad, y nosotros nos asustamos. No sabemos qué le enoja, qué quiere, qué busca. Él tampoco lo sabe, por eso desespera y termina el drama en leves sollozos que se alejan pesadamente. Pero esta noche no es una de ésas. Hoy el cielo susurra pausadamente. No castiga a la tierra con sus látigos de luz; la besa con ternura y la acaricia dulcemente. No canta, porque no puede afinar, pero trata de hablar muy suave y bajo, como si estuviera enamorado sin saber qué hacer. Mantiene la respiración conmovido y luego la suelta con un helado suspiro. Esta noche se da entre susurros, entre suspiros, entre secretos que no se han dicho.

Tuesday, June 16, 2009

No a todo, pero sí a eso

¿¡POR QUÉ!?

-Responde, por favor.

-P!

El tiempo seguía corriendo, desgarrando el aire de la habitación y yo temblando. Mi imaginación todavía no declaraba la tregua que cada segundo se hacía más y más necesaria. Pero, repentinamente algo me dijo desde dentro "cierra los ojos". Y los cerré, suavemente. Fue entonces que escuché una voz tranquilizante, familiar, que susurró las palabras que yo tanto busqué en mi cabeza: "ya pasó, todo fue un sueño, ya pasó". Respiré hondo y lento y al tiempo que recargué la barbilla sobre mis rodillas flexionadas sentí el abrazo que se llevaba todo el terror. Un abrazo apretado, seguro y reconfortante que me recordó las olas del mar, las nubes blancas que oscurecen el pasto y las gotitas de lluvia rebotando sobre el concreto luego de correr por mis mejillas. Mi corazón fue disminuyendo su velocidad, y mis músculos su tensión. Ya pasó, todo fue un sueño, ya pasó. Una pesadilla, ya pasó.

Monday, June 15, 2009

P!

Despierto de golpe, agitada, pero aún con los ojos cerrados. No quiero abrirlos. No quiero. Aprieto los párpados hasta que las lágrimas se acumulan y respirando entrecortadamente. Los abro y tengo que mirarme al espejo para asegurarme de que estoy bien. Es necesario que recorra el lugar para saber dónde estoy. La almohada no supo defenderme esta vez. Y espero que amanezca, sin cerrar los ojos ni por un momento. No me muevo. No me escucho. Pero mi imaginación tampoco está de mi lado. Tengo miedo. Tiemblo hecha un ovillo, sin cerrar los ojos ni un instante. Pronto acabará, mientras tanto, tengo miedo. 

Wednesday, May 27, 2009

Quote

"In the sea, the fish have learnt to fly, in a moonlight night, with their silver wings."
-A.

Monday, May 25, 2009

¿?


¿¿Por qué tiemblo? ¿Por que no veo bien? ¿Por qué no quiero ya? ¿Por qué me cansé? ¿Por qué hace frío? ¿Por qué no viajo? ¿Por qué no se ha secado el suelo? ¿Por qué me gusta soñar? ¿Por qué la barba? ¿Por qué los dedos helados? ¿Por qué las cosquillas? ¿Por qué la música? ¿Por qué es rojo el cojín? ¿Por qué un perro? ¿Por qué pregunto? ¿Por qué verde? ¿Por qué ww? ¿Por qué mi ventana? ¿Por qué no hay luna? ¿Por qué no me importa que no la haya? ¿Por qué la sed? ¿Por qué no una princesa? ¿Por qué no las botas de piel negras? ¿Por qué no sonríes? ¿Por qué no queremos? ¿Por qué sacudir la cabeza con el pelo suelto? ¿Por qué nos gusta tanto? ¿Por qué el farol apagado? ¿Por qué en las sombras? ¿Por qué te quiero? ¿Te quiero? ¿Por qué no? ¿Por qué levantarse cuesta? ¿Por qué el pez plateado? ¿Por qué tan nerviosa? ¿Por qué esperar? ¿Por qué golpear? ¿Por qué bailar? ¿Por qué buscar? ¿Por qué preguntar??

Sunday, May 24, 2009

¿Desconocida?

No quería mirarse, por miedo. Sabemos todos que es muy miedosa. No cobarde, solamente miedosa. Aún ahí, de espaldas al espejo de su habitación, él tomaba su mano con firmeza. Brucilla tragaba saliva al tiempo que respiraba tan hondo como podía. Había vivido ese momento varias veces, pero hacía muchas que no se encontraba tan nerviosa. Su mano apretaba con fuerza la del acompañante, como una niña muy pequeña que a penas vio el mar amenazando sus pies. Finalmente, se armó del valor que le faltaba y dio media vuelta. Lo que vio fue algo completamente nuevo. O por lo menos no recordaba haberlo visto antes. Soltó la mano de Kube, invisible sobre el cristal, y pasó dos dedos por su rostro. Había algo ahí que nunca había estado, justo en los ojos. No eran estrellas, tampoco luna, ni sal. Era algo diferente, que tenía un brillo azul-plateado. Era tan bonito eso que estaba ahí que quiso quedarse viéndolo un rato más. Y, como la niña que entra al mar por primera vez, quedó marcada esa sensación en su memoria para siempre. Quedó ella quieta, con aquella expresión impresa en la cara y en el corazón.

Thursday, May 21, 2009

Traurigkeit

El cielo tiene el mismo llanto contenido que yo, los mismos escalofríos molestos. El mismo temblor en el abdomen y las pocas ganas de dormir. Pero despertar no motiva. Hace mucho frío. Todo va tan lento que se vuelve borroso y confuso. Las voces no tienen sonido, no entiendo las palabras y son importantes. Preguntas que no sé cómo contestar llenan mi mente y las expresiones de la gente a mi alrededor. El día no es blanco, ni negro, ni gris. Es percudido, colores deslavados y opacos. Hace mucho frío. Quisiera no caminar, quisiera no tener que hablar, quisiera volver a dormir. Pero sigue ahí el camino, siguen preguntando, sigue ahí el insomnio. I'm heavy as a feather, sad as the weather. Triste. El agua no cae del cielo, pero sí llena mi interior, desde los pies hasta arriba. Las cobijas no abrazan, por más pesadas que sean. Me siento bajo el escaso sol y la luz me incomoda, también la oscuridad. Todo trae una nostalgia imposible de disfrutar, un llanto que no se consuma y que hace que mis suspiros duelan. Es un día triste, sin razón. O no la he descubierto aún. Un día profundamente triste. Yo estoy profundamente triste. Profunda y melancólicamente triste. Y hace mucho frío desde dentro. I'm heavy as a feather, sad as the weather.   

Monday, May 18, 2009

¿Qué falta?

El chorro del agua dejó de golpear sus oídos y solamente quedó el chasquido de las gotitas colgantes que se lanzaban hacia la superficie del espejo tibio recién formado. El agua esperaba completamente quieta, dejando ver el fondo blanco de su recipiente. No había padres ni hermanos que rompieran el silencio. El perro ya se había dormido, echado al sol. Las ventanas que estaban abiertas apenas dejaban entrar una brisita tímida que movía ligera las puntas de las cortinas. Todo estaba listo. Dejó la puerta abierta y se quitó los zapatos sin expresión en el rostro; los ojos secos, las mejillas también, los labios también, secos y acartonados. Y, aún vestida, entró en la tina de agua tibia sin titubear. Los pies colgaban de un extremo y la cabeza se asomaba por el otro. Contó hasta tres, inhaló lo más hondo que pudo cerrando los ojos. Finalmente, quedó completamente sumergida en esa agua transparente e inofensiva. De golpe sus ojos se abrieron y vio el techo a través de la superficie de su agua. Ahora sí, el silencio entraba en sus oídos sacando cada uno de las burbujitas de aire que quedaban. Cuando finalmente todo estuvo quieto y empapado, no quedó más que sonreír. Ampliamente, mirando al techo. Una sonrisa como hace mucho no experimentaba: mojada. Luego de un rato, sus pulmones empezaron a echar de menos a su precioso oxígeno, el pecho empezó a oprimirle el corazón, que estaba contento ahí abajo. "¡Hora de salir!" "No, un momento más, aguanta." "Hora de salir." "¡Aguanta!" "Hora de..." Repentinamente sus manos la jalaron fuera, salpicando el suelo y las paredes. Dando bocanadas de aire violentas. Cada una de sus pestañas pegada a la de al lado, dificultándole la vista. Todo el pelo escurriéndole la cara. La ropa pegada a la mitad de su cuerpo que ya había salido. Su alma empapada y tranquila. Su mente inundada y en silencio. Su corazón palpitando dolorosamente. Su sonrisa expandiéndose como las ondas en el agua al caer las gotas de su nariz de nuevo dentro de la tina.

Tuesday, May 12, 2009

Prueba de la existencia de los saltos cuánticos.

Una vez, cuando todavía tomaba el camión, el camión se desvió a Tacubaya. Sobre la banca de al lado sus ojos negros se preguntaban qué le pasaría, probablemente se sentía mal, como siempre, y trataba de conciliar el sueño impulsada por el monótono tono de voz del exponente. El problema es que es un lugar horrible, con mucha gente, mucha basura y temes que te asalten. Su respiración chocaba contra la empañada ventana, el sol no salía pero el frío no aumentaba tampoco. Parecían estar todos inmersos en una neutralidad verdaderamente molesta. Justo iba en camino desde casa de mi novia- la de ese entonces-, y no iba muy concentrado en el exterior. Se había perdido en los patrones que formaban las piedras del suelo de afuera del salón, en los árboles recién regados, en el pelo largo y rebelde de la vecina inerte. Se había perdido. Cuando el camión se detuvo y todos se bajaron, me asusté mucho y me bajé. Sabía que no le preguntarían esta vez, así es que no se preocupó cuando cínicamente abrió la ventana de par en par y asomó la mitad de su cuerpo entumido. Bebió ese aire áspero, aliviada. Como no sabía qué hacer ni dónde se tomaban las peseras o combis o lo que sea que me llevara a mi casa, vi a una chica en su uniforme de la Ulsa, entonces le agarré el brazo y ella, en vez de asustarse, me sonrió. Del otro lado del patio la miraron curiosos unos ojos oscuros. Sorprendida, quedó congelada con los ojos bien abiertos y el principio de una sonrisa en los labios. Le pregunté si iba hacia el mismo rumbo que yo. Me dijo que sí y le pregunté si me podía llevar. El momento quedó sostenido en ese éter denso y húmedo que llenaba cada rincón. Él, recargando la espalda y un pie contra la pared soltó una media sonrisa. Me dijo que sí también, me llevó a la combi necesaria, pagué el pasaje de ambos y me platicó que iba en cuarto de prepa (yo iba en quinto), que quería estudiar filosofía y que se llamaba Montse.El color de las mejillas de la chica cambió instantáneamente y deseó con todas sus fuerzas que el exponente terminara para poder salir. Que no tenía novio, le dije que yo no tenía novia (porque no quería a esta mujer) y después de un rato, bajamos, me llevó hasta la puerta de mi casa y nos despedimos. Finalmente terminó el martirio y ella salió corriendo al encuentro del no-desconocido. Y ya nunca la volví a ver. Juntos huyeron dando pasos lentos y sin decir una palabra que cortara el aire, que ahora ya no parecía tan denso. 

Agradecimiento especial al donador de la anécdota y se la hace una petición, igualmente especial: no me quiebre, por favor. 

Saturday, April 25, 2009

La puerta

El edificio era viejo y descuidado. Las escaleras ya tenían el pasamanos oxidado y los escalones cuarteados. Las paredes ya no eran blancas; ahora tenían manchas de todos colores, formas y procedencias. Los inquilinos que solían alquilar en aquél lugar no duraban más de dos años en los diminutos departamentos que ofrecía el lugar. Barato como pocos, el edificio nunca se encontraba en silencio. Los cinco pisos rechinaban durante el día y retumbaban por las noches. En la azotea siempre había alguien, consciente o no, pero alguien al fin y al cabo. No había patio, no había plantas y el estacionamiento se encontraba casi desierto de no ser por el destartalado Volks Wagen azul que ahí vivía desde hacía algunos años. Todos se conocían entre sí, a pesar de entablar cortas amistades (o, en su defecto, relaciones más que amistosas). Cada puerta del condominio era completamente distinta a la otra, pero, a pesar de las diferencias concernientes al color, todas coincidían en el hecho de estar abolladas, tener bisagras ruidosas y, sobre todo, la pintura desprendida y descuidada. Una de las dos puertas en el tercer piso, casi nunca era abierta, no como todas las demás. De vez en cuando alguien dejaba las bolsas del mercado afuera y la dueña las metía con cuidado y sin ruido. Desde fuera se escuchaba la música durante las madrugadas de insomnio o terror. Y, si se miraba desde la banqueta, la ventana siempre estaba abierta. Un día, nadie supo cuándo ni por qué, la puerta misteriosa amaneció rota. Como si alguien hubiera entrado por fuerza y hubiera tenido que destrozar la chapa y partes de la madera. Lo curioso era que nadie escuchó ningún ruido sospechoso o fuera de lo común la noche anterior. Los vecinos, carcomidos por la curiosidad, entraron en el diminuto departamento y lo encontraron en orden; todo limpio y en su lugar, pero nadie lo habitaba. La habitación principal se encontraba con la cama deshecha y con algunos zapatos tirados por el suelo, como era natural. Era la cocina el único lugar que presentaba un escenario poco habitual: sobre la mesita estaban esparcidos algunos cuchillos embarrados con distintos sabores de jaleas o condimentos, migajas de pan regadas por doquier y otros ingredientes fuera del refrigerador. Además, una cajita pequeña de cartón que había sido abierta sin el más mínimo cuidado, olía a pólvora y plomo. Los visitantes, al no encontrar nada útil o valioso salían del lugar decepcionados. Seguramente la dueña tuvo un arranque de alguna enfermedad mental y destrozó la puerta a plomazos. Seguramente, porque la dueña no volvió para reparar su puerta rota. 

Nada

"No es nada"

Respondía cuando le preguntaban. Pero dentro de esa respuesta se escondían muchas más. No, no es nada, Brucilla, es mucho. En realidad, es todo. Todo lo que pasa por tu mente, todo lo que habita en tu corazón, todo lo que te preguntas y te respondes. Todo eso es lo que te pasa. Y no sabes lo que es en realidad cada una de esas cosas, no sabes cómo separarlas y clasificarlas. Y algunos las vemos a través de tus ojos, de tu sonrisa (aunque algunas veces se ausente), de tus manos. No es sencillo interpretar tanto. Lo sabes mejor que nadie, Brucilla. Mírate y responde con paciencia y fuerza. No es nada, lo es todo. 

Thursday, April 23, 2009

oico iM

.néiuq noc areivut is, nóznad aíraliaB. etisecen ol odnauc olracas redop arap acigám atirav anu ne odarrecnE .olrenet aíraeseD .oñeus ognet acnun isac Y .dadilaer ne ,erbmah ognet opmeit le odoT .erbmah ad em oico lE .aiglatson nad em ,nózar añartxe anugla roP .odatisiv eh on euq seraguL .otsiv eh acnun euq sasoc oñartxE .dademrefne im etnarud sasoc oñartxe néibmaT .(it nis o ,ogitnoc emrev arap) orutuf la o ,(sozarb sut a revlov arap) odasap lA .opmeit le ne ejaiv nu ,olpmeje rop omoc ,setnaseretni sotnusa ne rasnep etimrep em euq al alle se ísa núA .yah al on isac aY .somecedap sonugla zev ne zev ed euq dademrefne anu se ,erdam al se on oico lE

Wednesday, April 22, 2009

No es cierto, creo.

-Dijo que me parezco al mar.
-Veamos, ¿eres impredecible?
-No siempre.
-¿Eres azul?
-Solo por dentro.
-¿Eres traicionera?
-No, creo que no.
-¿Eres ruidosa?
-No hay nada que me guste más que el silencio.
-¿Eres fría?
-No siempre, casi nunca, en realidad no.
-¿Eres irritante?
-Me encantaría contestar que no.
-¿Has matado?
-No.
-¿Eres solitaria?
-Creo que no. Espero.
-¿Entonces?
-No lo sé. 

Sunday, March 29, 2009

Línea recta

  • Tengo un antojo mortal de playa y ukulele.
  • El verde no es el color de la vida. Para mí, el azul es vida y el verde alegría.
  • La leche con galletas son una buena cena. Cuando eres tolerante a la lactosa.
  • Led Zeppelin provoca adicción.
  • Son mejores los baños en la noche.
  • Dormir con la luz prendida es realmente molesto.
  • La crema batida se ha convertido en una enorme debilidad. O ya lo era. Siempre lo fue.
  • El miedo, cuando invade, me hace temblar.
  • El silencio es uno de mis mejores amigos, esté acompañada o no.
  • Los cactus cambian de color cuando crecen.
  • Las listas son un encanto, una lindura, una monada.
  • Todo estuvo escrito en un Post-it alguna vez, y ese Post-it pegado en algún lugar visible (el coche, la agenda, el escritorio, el espejo, la puerta, la frente).

Thursday, March 26, 2009

Tiempo


Cuando he de esperar me jala lentamente hacia abajo. Mi impaciencia se ha convertido en uno de los capataces que me latigan con el yugo de la ansiedad, del insomnio y la incertidumbre. Primero lograba ver la superficie, pero ahora el tiempo se expande, se alarga, se me hace mucho más lento y pesado, como si estuviera atada a él. Las pesas de sus manecillas tensan cada una de las cadenas y yo no puedo hacer nada más que esperar. Pronto las ataduras se soltarán y podré nadar hacia arriba de nuevo, todo será claro otra vez, no habrá más frío ni más duda. Pero si no, entonces tocaré el fondo del azul abismo muy suavemente en algún momento y, forcejeando, me abriré el camino hacia arriba, sin dudas pero no con claridad. Espero que el tiempo me saque, que pase más rápido, que no me jale tan lejos que no pueda regresar.
Tanto tiempo he esperado ya que las cadenas han dejado su marca sobre mi piel. Que no siento ya la corriente que me visita de vez en vez. Tanto tiempo que no sé qué tan arriba o abajo me encuentro. Tanto que ya me estoy empezando a cansar, que no quiero esperar más y que pronto, más de lo que me espero me soltaré. Pataleando tan fuerte que las ondas y las burbujas visitarán la superficie, gritándole al cielo que soy libre otra vez, que puedo olvidar las dudas porque han perdido importancia y que estoy lista para otra nueva espera, una que tenga esperanzas...

Monday, March 23, 2009

Región oscura

Me encuentro, de alguna forma, en el horizonte de sucesos con los Birkenstock en los pies. No quiero mirar hacia adentro, porque sé que me tragará y no podré escapar de la impredecible y despiadada Singularidad. Sin embargo, la curiosidad y otra cosa dentro de mí me gritan desesperadas que lo haga, que me incline un poco hacia adelante. "¡Mira el cadáver!" Sé que aparentemente es completa y eternamente oscuro, negro, sombra perpetua, pero también sé que existe la posibilidad de que la luz esté ahí dentro, atrapada, dándome la llave para encontrar una salida. Una o infinitas puertas. Uno o infinitos riesgos nuevos o viejos. No lo sé. No lo sé. No lo sé. Pero miro, miro con cuidado y, para mi punto de vista, muy lentamente. Miro y ahí está todo lo que existe y más. Y me voy. Y caigo. Y caigo. Y caigo lenta. Lento.

Sunday, March 22, 2009

Pesado, muy pesado

Varias semanas habían pasado y él seguía echado en la cama, boca arriba y con los ojos cerrados. La luz que se filtraba por las cortinas le quemaba la piel, ahora escamosa, pero aún no había fuerzas suficientes en su cuerpo herido como para arrastrarse hasta alcanzar la sombra completa. Los recuerdos que corrían por su mente eran vaporosos, como figuras de humo que de pronto se desvanecían. De vez en vez estiraba un brazo ensangrentado hasta alcanzar una esponja remojada dentro de un vaso con agua estancada después de tantos días de no moverse y exprimía pocas gotas sobre sus labios y otras más encima de la diminuta herida mortal que lo había derribado. El brazo inmóvil goteaba dejando las manchas escurridas por las sábanas percudidas, todas éstas regadas por el suelo en un desorden total. El olor era insoportable, no había ni una ventana abierta y las nuevas escamas color piel, al calentarse, despedían un hedor a carne podrida que provocaba nauseas con el simple hecho de imaginarlo. El dueño del desorden se hinchaba de rabia cuando lograba recordar las escenas de lo que había sucedido semanas antes, trataba de levantarse, pero el líquido que le había sido inyectado apenas estaba empezando su labor, cambiando todo su ser. Por las noches el frío lo hacía convulsionar, desgarrando las mantas que todavía lo cubrían. Ya no parecía un humano. El pelo grasiento, había crecido mucho más rápido de lo normal y los mechones pegados a su cara le dificultaban la respiración. Quería quitarlos, arrancarlos. Gritar, aullar para olvidar el ardor que lo envolvía. Arrancarse el brazo inyectado, abrir los ojos y salir de ahí. Los tatuajes que habían vestido sus brazos y espalda se habían quebrado en mil pedazos, mil fragmentos ásperos y cortantes. El tiempo le pasaba por encima, burlón, hasta que una noche, temblando de frío, abrió los ahora diminutos y apagados ojos verdes. Tenía hambre.

Wednesday, March 18, 2009

Mi despertar

Despertar bien es indispensable para tener un buen día. Hay gente que necesita un despertador estridente y agudo, de esos que perforan los sueños despiadadamente a horas inhumanas de la madrugada. Dando un salto corren a la regadera y el día se declara oficialmente iniciado.
Yo no. Para iniciar realmente un día como Dios manda hay que saberse despertar:
A lo lejos se escucha una melodía agradable y muevo levemente la cabeza hacia el lado opuesto, le doy un beso de despedida a mi sueño, en la mejilla o frente, y me sumerjo completamente en el mar de sábanas tibias y revueltas. Me desperezo poco a poco, estirando los brazos tan alto como pueda. La luz del sol se cuela tenuemente por las orillas de las cortinas y abro los ojos tan lento como me sea posible. Acto seguido me aferro a la almohada como un náufrago a un tronco suelto en medio del océano, boca abajo, y espero que la canción termine. Una vez en silencio vuelvo a darme la vuelta y me incorporo poco a poco, mi cuerpo pesa demasiado. Retiro los restos de sábanas que se han enmarañado a mi alrededor e inevitablemente suelto un suspiro tan profundo que me recuerda que estoy a punto de darme cuenta que la realidad me espera afuera. Mis pies ahora cuelgan de un lado de la cama, descalzos. Finalmente, he despertado.
Para despertar dependiendo el estado anímico que se quiere mantener durante el día
  • Faust Arp, Radiohead.
  • Bannana pancakes, Jack Johnson.
  • Make it mine, Jason Mraz.
  • Las mañanitas.
  • The rain song, Led Zeppelin.
  • Que bueno, que bueno, Jarabe de Palo.
  • Exit music (for a film), Radiohead.

Thursday, March 12, 2009

Y eso que Abril no ha llegado

Nadie sospechó que ese sería el día. Las calles se comportaban exactamente igual que cualquier mañana a las ocho, nueve o diez. La gente se movía con el mismo hastío que los caracterizaba desde hacía meses. El cielo no tenía nada especial, ni las nubes que en él se movían, ni los niños en las escuelas, ni los oficinistas forrados de traje gris. El sol caminaba por costumbre, hasta que dieron las cinco de la tarde. Fue entonces que lo inesperado sucedió: las nubes plomizas cerraron el cielo y se desató la primera lluvia formal del año con todo y todo. Sus olores a tierra mojada, sus calles chorreadas, sus tejados goteantes. El sonido juguetón que descubre la fiesta que armaron las pequeñas gotas de agua sobre la ciudad sorprendió a todos, algunos para bien y otros para mal, pero para la chica de las botas de hule definitivamente fue una de las mejores experiencias del año. Ella corría por las calles, pisando los charcos y salpicando todo a su alrededor. La ropa mojada pesaba y la melena suelta se enredaba mientras absorbía la lluvia como si fuera una esponja marrón.
Había esperando tanto tiempo ese momento que lo disfrutó hasta el último segundo, extendiendo los brazos y levantando la cabeza con los ojos cerrados, siempre sonriendo. La ansiedad que antes le había robado el sueño y había traído las pesadillas a su vida se estaba transformando en la euforia que le daba energías para brincar sobre los espejos temblorosos del pavimento. Las alfombras lilas de jacarandas crujían ligeramente bajo sus pies a cada paso. ¡Cómo había extrañado la lluvia y las flores en el suelo y las hojas agujeradas y el olor a tierra mojada! ¡Cómo disfrutaba la gélida sensación que la ropa pegada a su cuerpo provocaba! Los truenos y relámpagos le cantaron canciones al oído, le recitaron versos a susurros. Su piel estremecida había ya olvidado la resequedad del invierno y sus pestañas pesaban, contentas. ¡Y eso que Abril no ha llegado!

Wednesday, March 11, 2009

A mi llena

Pero hoy no quiero escribirle a mi Luna llena. No señor. No le dedico ni una sola letra porque hoy está nublado, porque no se deja ver, porque nada más me hace esperar con los brazos cruzados y de pie. Mi Luna llena hoy no es testigo ni cómplice de lo que sueño ni de lo que lloro. No me mira como lo ha hecho antes y se esconde cuando la busco entre las sábanas esponjosas y grises que se extienden en la nocturna bóveda celeste. No sé si ha notado mi presencia, aquí trepada en la azotea, con los pies descalzos- como siempre- y con los dedos helados. No le dedico nada más que mi ansiedad, mi insomnio y mi impaciencia. No le dedico mis canciones ni mis risas, ni mis bailes ni mis bostezos ni mis suspiros, a pesar de que sean muchos y ya no quepan en sus respectivas cajitas de colores. ¡Quédate, Luna, con mis recuerdos y con mis besos pasados, pero ni sueñes con tener esta noche! Porque no viniste a recogerla y yo me canso de esperarte.

Monday, March 09, 2009

Coqueterías

-¡Tírame un beso que no te cuesta nada, Ramona!
-Pa' qué lo quieres si ni te va a llegar, estás bien lejos.
-Tú échalo y veremos.
-No voy a desperdiciar un beso. Estoy segura de que no lo cachas o que se te termina cayendo al suelo.
-¡Cómo vas a creer! Ya tíramelo y no te hagas más del rogar.
-No lo sé. No creo. Además ya es bien tarde.
-¿Te da pena, Ramona?
-No... bueno, no sé.
-Nadie lo va a ver, linda. Nomás uno y me voy.
-¿Y si nos descubren?
-Pues que nos vean. Les va a dar envidia ver que nomás a mí me echas besos.
-Ramona.
-Mande.
-Tírame un beso, que si no no puedo dormir.
-Bueno. Nomás uno.
Y el joven se fue saltando con un beso bien plantado en la mejilla mientras Ramona lo veía partir a través de la gasa de su cortina, que se agitaba en la ventana abierta del balconcito de barandal oxidado y despintado, con la nariz roja y una sonrisa en el corazón.

Sunday, March 08, 2009

Carcajada

Con la boca bien abierta, la cabeza hacia atrás y los ojos húmedos y casi cerrados me reí. Mientras caminaba por el borde de la ventana intentando mantener el equilibrio me reí. Frente a la pantalla de la computadora me reí en silencio, sacudiendo los hombros como si un hipo violento me hubiera atacado por sorpresa. Mientras manejo en el tránsito de la Ciudad veo las caras de la gente y me rio, no hay nada mejor que hacer. Al ver mis calcetines rojos, suspiro entre risas. Cuando corro por la calle sin saber a donde voy suelto risotadas sonoras que llegan hasta el cielo. Me rio de cosas tontas, de cosas simples, de gente que pasa y de la que no también. Cuando me hacen reír dedico las carcajadas y eso es aún mejor. Reí mientras miraba el tarro de cerveza, reí cuando caí en el pasto luego de dar vueltas, reí al ver que mi nube había vuelto, reí cuando te vi cerca, reí cuando te vi lejos. Reí a carcajadas cuando hable conmigo. Reí, reí, me rio y lo disfruto tanto que no se va a acabar.

Wednesday, March 04, 2009

Cuando me caí

Soy una piedra y caí. No sé si me aventaron, me empujaron, me tiraron o simplemente me caí. Ahora yazco sobre el pavimento de una calle irregular, seca y el sol inmisericorde me abrasa. No puedo ver al cielo, no puedo oler la hierba, no puedo abrir los ojos y mucho menos moverme; no está en mi naturaleza. Solamente puedo escuchar los pasos de la gente que viene y va, sus conversaciones, sus gritos. Escucho muy atenta. Tirada en el suelo, como una piedra más. Y es entonces que yo cito:

"Por Dios, la vida es diario."
Fin de cita con un agradecimiento especial.

Tuesday, March 03, 2009

De cicatrices

-Hace muy poco tiempo vi un beso sobre una cicatriz.
-Qué fuerte.
- Lo sentí, dentro muy dentro. Y eso que no era mío.
-¿Estás consciente de lo que eso significa?
- Sí, es grande un beso como ese, es lo más grande.
- Lo más grande. Lo más grande.

{La sonrisa nostálgica queda dibujada en la almohada y se apaga la luz}
-Kube & Brucilla, noche de martes.

Tuesday, February 24, 2009

La huida

Si huyes conmigo:

podríamos viajar tan lejos como quieras tú.
podría abrazarte.
podría hablarte.
podría dejarte hablar.
podría contarte secretos.
podría abrir la puerta verde de la chapa de plata.
podría dejarte.
podrías tenerme.
podría olvidarte.
podríamos recorrer mares eternos y ver sus olas coronadas de espumas blancas.
podrías besarme.
podría sonreír.
podrías dormir en el camino, yo manejo.
podría contarte cuentos, o podrías hacerlo tú.
podríamos imaginar.
podrías ver muchas estrellas, o muchas nubes, o muchas lunas, o muchos soles.
podríamos descubrir.
podríamos cantar.
podría bailar contigo y tú conmigo.
podríamos pescar.
podríamos gritar.
podría subirme en tus hombros y ver más alto.
podrías contar chistes, o reírte de ellos.
podríamos llegar a algún lado.
podríamos parar.
podríamos respirar.
podría suspirar.
podríamos pensar, sin discutir.
podríamos escribir.
podríamos cerrar los ojos.
podríamos callar.
podríamos dejar la filosofía, la poesía, la razón encerradas en una caja de cristal dentro del barco y, sobre un pasto muy verde, descansar.

Monday, February 23, 2009

En cama

La gota fría logró hacerle suficientes cosquillas en la frente para despertarla. Abrió los ojos con trabajo, sus párpados parecían estar acartonados de tanta sal transpirada. Una punzada de dolor atravesó su cráneo de sien a sien, pero esto no logró tumbarla de nuevo. Al incorporarse se dio cuenta de que era medio día y el cuarto estaba vacío. Vacío de personas al menos. La luz pálida de la ventana dibujaba la figura esbelta de la criatura que la acompañaba al pie de la cama cubierta de sábanas revueltas y húmedas. Aquél ser la miraba con una tercia de ojos minúsculos y claros que parecían tres agujeritos perforados en una superficie oscura y estriada. Parecía un tronco plantado en la alfombra. De los costados del extraño salían dos pares de brazos escuálidos que terminaban en una triple división. No tenía piernas, ni orejas. Pero había una línea delgada marcada en el lugar que debería ser ocupado por la boca. La línea se abría y cerraba muy lentamente emitiendo un sonido como el rechinido grave de los árboles en la noche. Ella lo miró sentada en el colchón, inmóvil. Los escalofríos seguían recorriendo su piel pálida y las ojeras eran más profundas cada minuto que pasaba. Pero ella no se movía. No quería parpadear ni respirar ni tragar la saliva que se acumulaba lentamente detrás de sus labios partidos. Cualquier movimiento podría provocar una catástrofe. O no. Pero nunca hay que arriesgarse y mucho menos cuando la fiebre aumenta y la criatura sigue mirando. Finalmente, el visitante se movió. Arrastró su cuerpo hasta detenerse a un lado de la enferma. Levantó muy lentamente uno de sus cuatro brazos y, abriendo la supuesta boca más de lo habitual, tocó el hombro de la niña, llenándola de una cálida sensación que se esparció poco a poco hasta hacerla caer profundamente dormida. Otra vez.

Friday, February 20, 2009

La de su preferencia

  1. El tiempo es la medida de la destrucción.
  2. Espero conocer al turista del futuro.
  3. Soy un psicótico en potencia.
  4. Somos como una pizza.
  5. "La poesía es, en verdad, el infierno."
  6. Todo se dice de muchas maneras y de ninguna a la vez.
  7. Vivimos en una eterna metáfora.
  8. "Cuantas zarzas me han arañado, pero no lloré"
  9. El medio importa, necesitamos algo que atravesar.
  10. Lo que está en acto todo el tiempo está fuera del tiempo.
  11. "Everybody is less mysterious than they think they are"
  12. Un beso de la paz.
  13. Por el perro,oh, Laques, el más sabio de todos los mortales.
  14. Se solicita traductor de latín.
  15. I'm fine, thanks for asking. (Though you did not)
  16. Vemos estrellas fijas.
  17. El átomo de la vida se caracteriza por ser caliente, por ser de fuego.
  18. Plutón, mi errante favorito.
  19. Éter contra Pneuma.
  20. Los animales imperfectos no tienen padres.

¡Sírvase!

Wednesday, February 18, 2009

Espacio sideral [exterior]

-Es infinito. ¿O no? Bueno no, si fuera infinito... ¿nos moveríamos? Si no nos moviéramos no habría tiempo, entonces todo estaría sujeto a una estática eterna. Yo no podría decir todo esto. Ni siquiera pensarlo. Creo que no es infinito. No, no lo es.
-Bueno.
-¿No vas a discutir?
-No.
-Nunca discutes.
-No.
-¿Por qué?
-No estoy aquí ahora para discutir.
-¿Entonces?
-Ya lo sabes.
-¿Las sombras?
[Silencio acompañado de un guiño sutil]
-Qué aburrido, las sombras también pueden ser infinitas ¿no?
-Pueden.
-Pero no lo son ahora, te veo.
-¿Cómo sabes que yo no soy una sombra?
-No lo sé. Pero no creo que lo seas, las sombras me asustan, y tú no.
[Silencio acompañado de un guiño sutil, como siempre]

Kube y Brucilla, 11:33 pm.

Thursday, February 12, 2009

Doble

El sonido metálico y pesado solamente llegó a los oídos distraídos del perro que dormitaba en la banqueta aquella madrugada, que inmediatamente percibió el olor proveniente de la cloaca y huyó hasta no poder captarlo más. Jadeando estruendosamente, el responsable del movimiento de la coladera logró apoyar su cuerpo sobre sus antebrazos empapados y salir de ahí. El frío y, sobre todo, la incertidumbre lo hacían temblar de tal forma que apenas podía sostenerse en pie. Finalmente se rindió y cayó sobre el pavimento acompañado por un sonido húmedo y viscoso. Cerró los ojos con fuerza y tensó cada uno de sus músculos para evitar los escalofríos. ¿Dónde estaba?

Cuando tuvo la fuerza suficiente se sentó en la orilla de la banqueta gélida y tenuemente iluminada por la luz amarilla del farol callejero. Todavía temblando, metió una mano en el bolsillo y sacó una cajetilla de cigarros. Estaba empapada, y su contenido, completamente desecho, se había convertido es una especie de engrudo que, mezclado con la pestilencia de las aguas negras de las que había salido, era grotesco e insoportable. Con un sonoro resoplido azotó la cajetilla contra el suelo y enterró la cabeza entre sus manos húmedas y hediondas. Luego de unos minutos, buscó el nombre de la calle en la que se encontraba pero no lo reconoció al leerlo. No recordaba nada. El frío comenzaba a notarse en su piel, cada vez más azulada, pero a pesar de esto decidió deshacerse de la chaqueta y comenzar a moverse para no congelarse en medio de la nada citadina.

Al quitarse la pesada chaqueta divisó algunas manchas oscuras pegadas a sus brazos. La luz era tan escasa y su cerebro tan confundido que no supo de qué se trataba. Tomó una de las manchas entre sus dedos y la acercó a sus ojos, enrojecidos por el agua de las coladeras. Era una pluma negra. Con desesperación arrancó de sus brazos las demás que se le habían adherido y comenzó a caminar en la dirección que el sentido de la calle marcaba. Con forme se iba moviendo el frío iba desapareciendo, pero también se daba más cuenta de que las plumas negras no se habían pegado solamente en los brazos, sino en todo el cuerpo. Con trabajos las arrancó una a una mientras caminaba lanzándolas tan lejos como podía.

La humedad en su ropa disminuía y parte del olor se iba con ella. El amanecer estaba llegando y el cielo se teñía lentamente del gris contaminado de siempre. A esas horas ya había coches transitando por las calles y, poco a poco, las luces en las ventanas indicaban que los habitantes de aquel lugar estaban despertando.

Finalmente, reconoció su calle y caminó pesadamente hasta llegar a su cuarto, donde se desplomó sobre la cama deshecha y abultada. Pero algo no lo dejaba descansar; una punzada aguda en el costado derecho comenzaba a molestarlo. Se levantó sin ganas y dio dos pasos para llegar al espejo del cuarto de baño. Ahí se deshizo de la sucia y agujereada camiseta y soltó una exclamación de terror al mirarse en el espejo. Estaba herido, cubierto de rasguños y moretones y apenas se podía distinguir el tatuaje de su hombro izquierdo. Pero lo que más le preocupada era la llaga que se abría en su costado derecho. Instantáneamente se desnudó y entró en la regadera de agua helada soltando un grito de dolor. Al terminar vendó las heridas graves y cayó profundamente dormido.

Al despertar sintió la necesidad de salir, de tomar aire nuevo, de lanzarse desde la punta de su edificio. Y sumido en la más grande ansiedad abrió la ventana y saltó, armado con una chaqueta y una cajetilla nueva de cigarros. El aire de la noche recién llegada inundó sus pulmones y sus brazos se agitaban desesperados. El suelo llegó más rápido de lo que se imaginó, pero él no cayó.