Monday, December 20, 2010

Red Moon y los Sky Scouts

La Plataforma no. 2, 12:30 am.

Anocheció claro y fresco, no helado. Parece que viene tarde. Sirio y Canopus nos reciben, como siempre. Orión, el Tauro, el Cannis Maior, la Auriga y Perseo están. El mayor hace uso del artefacto para identificar una de las brillantes. Ya empieza, 15 min. tarde. Identificada: Algol, la estrella Demonio. Luna: a más de la mitad en el telescopio. Temperatura va en descenso considerablemente. Presentes: el Mayor, la Hermana, yo. El telescopio es ajustado suficientes veces. El color ahora es ladrilloso y gris. Ya se ha cubierto por completo el objetivo. Documentos: fotografías a simple vista, fotografías desde el telescopio, fotografías en la mente, oscuridad en el cielo, nuevas estrellas que ver. Sonidos: los perros aúllan desconsolados al no encontrarla. Visiones: luces nunca antes vistas, bandada de patos con dirección al Sur, estrella fugaz, la sombra del Planeta. En conjunto: ausencia helada y presencia nueva.

Misión: cumplida
Resultados: localización exitosa de la estrella Demonio, descripción detallada de la batalla oriónica, eclipse total cronometrado.


El cuarto, 2:22 am.

Escondo en mi mano un regalo que me dio sólo a mí: una gota de luz que se escurrió por la bóveda rápidamente. Se queda en mi puño porque da calor, para que cuando lo abra ilumine la noche en la que ya no veo mi sombra. Se apaga la luz para poder dejar ver otras miles, pequeñas, humildes y que ceden su lugar. La Tierra está a oscuras pero el cielo, y yo, más iluminados que nunca.

Misión: completa.
Resultados: un alma encendida.


FIN DE REPORTE

-S.S.3

Tuesday, December 14, 2010

Nueve de marzo del 2005

Esto lo escribí esa fecha. Me gusta leerlo muchas veces seguidas e imaginar las mismas imágenes que inundaron mi cabeza tanto tiempo atrás.

De un ángel caído

Se enamoró de un ángel, un ángel caído. Las plumas negras de sus rotas y lastimadas alas tapizaban todo el suelo en el que estaba sentado con los ojos cerrados. Al verlo brotó en su ser un sentimiento hermoso, indescriptible, un sentimiento que cambia por completo a las personas que lo perciben y decidió reparar sus heridas y ayudarlo a volver a volar como antes lo hacía. Ella no tenía alas, no recordaba cuál era el motivo, lo único que podía ver era a su ángel caído, triste y desgarrado del dolor. Le habló y él no escucho la primera vez pero siguió intentando hasta que la oyó. La miró y ella se dio cuenta de que sus ojos eran negros y profundos, capaces de mover cualquier alma, pero estaban inundados de lágrimas y llanto. Pasaron días y noches en vela, ella trataba de ayudar de mil maneras a su ángel, pero él no respondía. Poco a poco fue cediendo, pero nunca llegó a hacerlo del todo, tenía en la cabeza la firme idea de no necesitar a nadie más para volver a recuperar las fuerzas y el brillo de sus hermosas alas. Casi se dio por vencida más de una vez pero sacó fuerzas de su roto corazón y siguió adelante. Un día llegó a acompañar y a hablarle a su ángel, como de costumbre, pero no lo encontró sentado en el mismo lugar. Se había ido. Se imaginó lo peor, pero de pronto una sombra la cubrió, se dió media vuelta y vió que era su querido ángel, sus alas estaban más sanas que nunca, sus plumas negras tenían un brillo hermoso y podía volar de nuevo. Él no dijo una sola palabra, le sonrió y voló hacia el cielo, muy alto. Ella lo mira todos los días y algunas noches volar feliz y con una sonrisa que la llena, ahí esta ella para él, amándolo en silencio y cada vez que él la voltea a ver ella le sonríe, porque sabe que algún día, no muy cercano, probablemente caerá de nuevo y ella estará ahí para levantarlo cuantas veces sea necesario, porque ella se enamoró de un ángel.