Monday, October 12, 2009

Un regalo

No la canto, no tengo voz para eso. Pero sí la escucho y reacciono. Recordando, invitando, esperando, suspirando y con la piel erizada. Los ojos me brillan y cierro los ojos para escuchar las hojas que revientan bajo los Converse verdes. Verdes, por supuesto. Ahora me siento frente a la mesa, sucia y cubierta de naturaleza muerta que colorea todo de ocre y amarillo. Sigo escuchando, y mi alma la canta, ahí si hay buena voz para eso. Incluso la baila. Yo te invito, te espero, te suspiro, te recuerdo.


Come sit at the table
under October's able skies

Once we'd seen eye to eye
I'd known that I'd pass you by
and I tried

The bells chime
seven times
completed at nine
the world moves slower I find

No, but I
learned of time
by your hands

And in shadow water's end
I learned not to swim,
but to lie
I wait for mountain
in twenty-two third hour
I insist on doubt
we're already laying on the grass
the grass

-Beirut.

4 comments:

Anonymous said...

Octubre, ocres, hojarascas. Esos sonidos, esos olores, este otoño tibio y pacífico que nos pone la vida como en pausa y nos hace querer bailar a ritmo de vals.

Hasta allá me llevaste, querida Mondblume, ¡gracias!

Un beso, Yo.

F. said...

Una de mis favoritas... :)

Meruti Mellosa said...

Sé que este comentario no vendrá mucho al caso, pero no me importa: este octubre no tiene nada que ver con ese octubre. En fin, sólo es para que veas que pasé a leer y que, además, no puse nada de las referencias de Tames y Escamilla.

Anonymous said...

Referencias muy ciertas.