Sunday, December 23, 2007

Nostalgias

Cuando abrió los ojos, lo primero que dijo con una enorme sonrisa en los labios fue: "¡Buenos días!" pero al encontrarse sola en la habitación, la voz se le apago de pronto y la sonrisa se esfumó.




Ya tarde, al acostarse, dijo con los ojos casi cerrados y de nuevo sonriendo: "Que tengas dulces sueños", pero al no sentir sentir un latido cercano cayó dormida mientras una lágrima pequeña mojaba su almohada blanca.

Sunday, December 16, 2007

Try again

" But I was made the way I am, I'm not a stone; I'm just a man"

Keane.

Friday, December 07, 2007

Gebrochen Kürbis

Es wareinmal eine Gebrochen Kürbis...

Wednesday, November 28, 2007

Todo estaba calladito...

... pero depronto:

¡AAAAHHHH!

Aunque nadie oyó porque estaba escrito.

Monday, November 26, 2007

Acto Segundo

(Dejo en blanco el espacio, para que se escriba como usted quiera, lo invito a participar...)
Gracias.

Acto Primero

Entra a escena una mujer muy joven, vestida de piez a cabeza en luto. Detiene sus pesados pasos frente a una banca de piedra que está en el cementerio; iluminado en la mañana. Se sienta y comienza a hablar con la voz entrecortada
-No quiero llorar, no creo que sea necesario, no es para tanto. Es cierto que siento que el corazón está dejando de latir lentamente, también que mi respiración es más ligera con cada segundo que pasa y que siento los ojos desbordantes. Per no importa nunca es tan importante.
De sus ojos enrojecidos brotan un par de lágrimas y las seca rápidamente
- No estoy llorando, no me gusta hacerlo, además es porque hay mucho polvo aquí. Es interesante pensar que hay gente que ahora yace aquí por el resto de la eternidad, así terminamos todos. Pero, ¿qué sucede cuando nuestros corazones mueren? ¿Cuando sentimos que algo dentro de nosotros falta? No es algo físico al que podamos enterrar dentro de un ataúd de madera y luego colocar una hermosa lápida encima. Es algo que no se puede tocar. ¿Será que por lo mismo no muere y solamente se hiere una y otra vez, despiadadamente? No lo sé, pero siento que murió.
Se levanta y con voz exageradamente fuerte exclama:
-¡Solamente ven a demostrarme que no muere! ¡Demuéstrame que estás vivo, o que puedes resucitar! No me dejes sola...
Cae sobre la banca de nuevo y sus sollozos inundan el espacio.
- A quién voy a engañar, son lágrimas saladas que no me dejan en paz, es importante. Ojalá no estuviera sucediendo esto...
Todavía sentada continúa su llanto, su desesperación, su soledad, su esperanza...

Thursday, November 22, 2007

Encontrado

Hoy vi a un hombre con un mapa. Lo leía con expresión desconcertada y con el ceño fruncido. Era un mapa chico, pero seguramente complicado. Solamente era un hombre con un mapa y nada más en las manos que un mapa arrugado y medio despintado. Al verlo a los ojos pude reconocer dos brillantes gotas de agua salada dentro de ellos, seguramente por eso no podía leer bien. Realmente espero que aquel hombre con un mapa en las manos, haya podido encontrar el camino a casa, porque yo sí lo hice.

Thursday, October 18, 2007

Sweet tears

My footsteps are marked now,
the sand is soft, that I can see;
though I steel do not know how
I'm standing in front of a grey sea.

Suddenly I close my eyes;
my feet are cold, I can barely feel;
the salty water burns like ice;
I do not know if they can ever heal.

My cheeks start to get wet
as I feel a warm hand softly on my back.
I won't open my eyes, not yet;
all I want to see is black.

As I felt that soft touch
darkness started to fade,
he took me out in a gentle rush,
though I wanted to stay in my shade.

My feet were now dry,
the wind played with me gently.
I couldn't stop my cry;
so I tried to scream desperately.

But as I opened my mouth
some tearscame inside it accidentaly,
I tried to spit them out
but their taste was rarely heavenly.

Finally, I understood why was that:
the man's spell
took off that velvet hat
that kept me inside my own hell.

I gave him that sweet tears
and also a colorful smile.
Because of tha one who took away my fears
I won's watch that grey sea for a while.

Monday, October 15, 2007

Ya es temporada

Con la misma actitud de siempre pasé por el mercado, buscando solamente lo que me interesaba en ese momento, pero depronto algo se cruzó por mi mirada, fué tan repentino que la empañó y tuve que parpadear varias veces para recuperar la vista.
Después de tanto tiempo estaban ahí de vuelta, unas verdes, otras blancas, también manchadas, pero la gran mayoría de un color anaranjado tan brillante que era imposible no notarlas. Redondas y de distintos tamaños, unas encima de otras, en silencio para el oído pero haciendo un escándalo a la vista.
Su algarabía era tal que me fué imposible suprimir una enorme sonrisa y un inmenso deseo de traer una a casa; pero a pesar de que sonreí un buen rato mirándolas no lleve ninguna conmigo... ya vendrá por sí sola. Algo explotó en mi corazón, haciéndome sentir unas cosquillas leves que ya había sentido antes; esos recuerdos que cuando vienen emocionan y hacen llorar.
Efectivamente: ya es temporada de calabazas.

Monday, September 24, 2007

Iris

Brucilla se sentía con ganas de hablar, pero no había con quién. Fue entonces que se dio cuenta de que no importaba si había alguien con quien hacerlo o no, ella hablaría. Y dijo en un volumen considerable y con los ojos firmemente cerrados...
"... me han dicho que las palabras pueden no significar nada, pero la verdad es que yo creo que lo son todo. Sí, lo son todo. Una persona no puede vivir sin pronunciarlas, ni aunque esté confinada en el cuarto oscuro, como yo, porque hay veces en las que yo necesito hablar y hablar sin parar para que todas aquellas ideas que se han formado puedan salir, si no hablara explotaría y más de mil letras saldrían disparadas por mis orejas dejando mi mente en blanco, y quién sabe, ¡tal vez hasta se me olvidarían! ¡Qué desgracia sería esa tan grande! Hace poco hablé con alguien, estaba yo sola en el silloncito y empecé a hablar con éste alguien. Me contó cosas; sobre las sombras. Dijo que él ahí vivía y que le gustaban, me hizo ver lo hermosas que pueden ser. Otro momento llegó un hombre con un gran tesoro, o la mitad de él, y me habló sobre cosas sin importancia, pero me habló. Antes de marcharse me dio una noticia, que me hizo ver el océano de hierro al que tanto temo, me hizo imaginarlo a lo lejos, pero he estado pensando que tal vez fue una ilusión mía, tal vez el mar de hierro no me cubra todavía y el hombre del medio tesoro venga por mí antes. Me quedé dormida y soñé, con una estrella que lloraba mientras caminaba un camino empedrado que llevaba hasta la Luna, quise abrazarla, pero su calor era insoportable. Me dejé caer. Desperté en el mismo cuarto oscuro en el que Kube me dejó, solamente que ahora él abrió una ventanita por la que se colaba un rayito de luz blanca, como la que me gusta. Ese detalle me provocó una sonrisa. Recuerdo cuando empecé a escuchar la voz de una mujer joven, estaba emocionada; las estrellas le habían regalado un beso de su amor, y esa alegría se me contagió, no pude dejar de sonreír. Otras voces también escuché; pesadas, tristes, emocionadas, confusas. He oído de todo, pero... ¡pero nada, Brucilla! Las palabras lo son todo... sí todo. No entiendo, creo que empiezo a tener sueño pero aún así seguiré hablando. Dentro de un libro he puesto un tesoro morado, es tan misterioso, se abrió divino ante mis ojos, con esas motitas amarillas que lo caracterizan, es un tesoro especial, me lo dió alguien especial. Duró pocos días vivo. En cuanto empezó a cerrarse de nuevo lo encerré entre las hojas blancas de un libro, de palabras por supuesto, así va a poder vivir por siempre. Creo que he dicho todo lo que tengo que decir, ahora llega la hora de dormir."
Kube asintió sonriendo en ese instante y la ayudó a cerrar los ojos.

Tuesday, September 11, 2007

Miedo

Cuando el mar de hierro azota contra mis tobillos, es entonces cuando siento miedo.
No antes.
No después.
Solamente cuando lo siento helado bajo mis pies, aveces cortando la carne.
No antes.
No después.
Cuando el mar de hierro azota contra mis tobillos, y me quiere sumergir en él, es entonces cuando tengo miedo.
No antes.
No después.
Solamente cuando veo su metálica, gélida y oscura superficie.
No antes.
No después.

Thursday, September 06, 2007

Sorpresas

Ayer, mientras mirábamos el cielo nublado, mojándonos un poco con la brisa húmeda, me dí cuenta de lo que planeabas la noche anterior: llamaste a mi nube y la pusiste ahí, justo a la altura perfecta para que el muro me la dejara ver. Se veía preciosa, blanca y muy pequeña, dejaba un rayito de sol pasar a traves de una orillita y me sonreía pícaramente.

Quiero decirte que hoy yo te tengo una sorpresa, asegúrate de quedarte despierto en la mitad de la noche, abre tu ventana y pon atención, que el viento te va a decir algo.

Monday, September 03, 2007

Sin sentido

No quiero, no sé que hacer. Ya me cansé de pensar. El pez no ha vuelto. Mi nube tampoco. En las sombras. El gato está dormido. Tengo un hoyo dentro. La boca me sabe dulce. Una botella vacía. Una pipa llena de carbón. Ayer me llovió encima. Hoy me llovió encima. Mañana no sé si me lloverá encima. Hace frío. Tomemos muchas fotografías. Me gusta la Luna. Soy gitana. Cuatro tatuajes. Un mirciélago negro que vuela alrrededor en busca de comida. Brucilla. Media estrella. Una calabaza en un jardín. Media noche. Caminé mucho ayer. Pesadillas que nos maldicen. Sólo tres lágrimas hubo. Y también un abrazo.... fuerte. Flor de Luna. Silencio, bendito silencio.

Cansancio

"Ya me cansé" fué lo único que dijo muy calmado, ella no se atrevió a mirarlo; le tenía miedo. Acto seguido ella dió un paso hacia atrás, dió media vuelta lentamente, con una ligera esperanza, y mirándolo de reojo con el más profundo dolor abrió y cruzó la puerta.

Ella esperaba. Él parecía desesperar.

Sunday, September 02, 2007

¿Dónde está?

No lo encontró dentro de la casa. Buscó debajo de la cama, entre las persianas, encima de los sillones, dentro de la pecera, adentro del armario, bajo los tapetes y no lo encontró.

Wednesday, August 29, 2007

Regalo

"Me las regaló, no sé muy bien porqué, pero las voy a usar cuando las necesite, para eso conseguí la esferita de cristal que cuelga. Sí, ahí las voy a guardar, así va a ser mucho más fácil sacarlas y no se me van a olvidar. ¡No te las voy a prestar, suelta! Son solamente mías, aunque te las puedo enseñar para que veas lo bonitas que son, pero no las vayas a tocar. Mejor después, ahorita ya estoy cansada, Kube, siéntate en tu silla y cuéntame un cuento..."
Conversación entre Brucilla y Kube, hace no muchas noches, mientras una esferita brillante alumbraba la habitación.

Saturday, August 04, 2007

Esperando

Esa noche la Luna no se veía, estaba oculta detrás de una espesa nube de lluvia que todavía no había decidido dejarse caer. Por la hierba se escuchaban claramente las pisadas lentas de un par de pies pequeños y descalzos. Finalmente las pisadas se detuvieron y la dueña miró a su alrrededor cuidadosamente antes de sentarse en una roca plana que sobresalía entre el pasto ya seco. Su larga falda punteada se acomodó a la perfección y encorvándose un poco cruzó los brazos y enterró su cabeza en ellos, en seguida su larga melena enmarañada cubrió lo que se veía de su frente y escuchó como el viento hacía tintinear sus múltiples pulseras. El tiempo pasaba lentamente, poco a poco la pesada nube se fué alejando y la Luna menguante iluminó tenuemente aquel campo abierto y la silueta de aquella paciente gitana. Después de algunos minutos volvió a incorporarse, apoyando la cara en sus puños cerrados, pestañeando levemente cuando sentía que sus negros ojos se secaban. Esperó un largo rato sin moverse, simplemente esperando.
Poco después se levantó de un salto, a lo lejos se escuchaba otro par de pies que avanzaban hasta donde ella estaba. Giró la cabeza hacia la dirección que sus oídos le indicaron y suguió esperando, esta vez de pie. Poco a poco una silueta se fué dibujando: el dueño de las pisadas había llegado, finalmente.
La gitana nerviosa esperó a que el extraño parara su camino justo en frente de ella, él era más alto, llevaba la camisa blanca ceñida a la cintura con una gruesa banda nerga de tela vieja, pero lo que ella nunca olvidaría serían aquellos ojos, que la miraban suplicando que no huyera, y ella quedó aprisionada en su lugar, sin hacer ningún movimiento, simplemente esperando...

Monday, July 23, 2007

Salado

Me levante con sabor a sal y olor a mar.

Wednesday, July 04, 2007

Después

"... y después, acuérdate de mí."

-Brucilla

Saturday, June 30, 2007

Entre plumas negras

Desde su ventana se veía mucho más hermoso aquel rojo atardecer. El silencio era ocupado por los innumerables suspiros que su corazón iba soltando. Con los brazos cruzados empezó a temblar levemente y su cuerpo se mecía hacía atrás y adelante muy lentamente. El cielo seguía oscureciéndose y él no se movía de aquella ventana que comenzaba a empañarse. Cuando el cielo estaba completamente negro y las luces de su habitación eternamente apagadas fue que dió un paso hacia atrás con cuidado de no tropezar. Sus ojos se humedecieron. Depronto sintió un dedo cálido que rozaba su gélida mejilla, cerró los ojos y dejó que las lágrimas fluyeran salando su tersa piel. La mano misteriosa lo tomó de la barbilla muy suavemente y levató su rostro. Lo miró con ternura y acercó sus labios blancos a su oído, sopló unas palabras y él calló desplomado contra el suelo, pero justo antes de golpearlo estruendosamente fue detenido por aquellos frágiles brazos que lo levantaron completamente del piso. Secó las lágrimas con un pañuelo negro y lo llevó escaleras abajo, luego abrió la puerta y, ya afuera, alzó el vuelo.
Así le habían dicho que es la muerte: entre plumas negras.

Wednesday, June 20, 2007

¿Por qué?

-¿Por qué el tiempo engaña y la imaginación descubre? ¿Por qué el todo puede llegar a ser una nada? ¿Por qué la puerta ahora está cerrada? ¿Por qué el negro puede iluminar, o al menos hacernos creer que puede? ¿Por qué cada segundo morimos más? ¿O vivimos más? ¿Por qué un pie puede quedarse plantado? ¿Por qué la Luna ya no habla, solo mira? ¿Por qué las palabras pierden significado? ¿Por qué hay más estrellas? ¿Por qué voló el pez? ¿Por qué vives sentado? ¿Por qué puedo tocar el cielo? ¿Por qué corres? ¿Por qué duermo? ¿Por qué ahora podemos ver? ¿Por qué se secó? ¿Por qué sonrío? ¿Lo sabes?- después miró al oscuro cielo, la duda consumiéndola, y esperó a que llegara la respuesta.

Saturday, June 09, 2007

Cielo líquido

Caminando por el mismo camino terroso de siempre, iba con los ojos cerrados; para qué abrirlos si ya se lo sabía de memoria, para adelante y para atrás. El niño pateaba las piedras imaginarias que iba encontrando, a veces gritaba al aire palabras que inventaba y después soltaba una carcajada, eso le parecía divertido.
Terminó de subir el primer monte que lo separaba de su casa y abrió los ojos, el camino que no estaba empinado era más complicado y le daba miedo perderse en un campo tan grande. El pasto crecía conforme avanzaba, los árboles cada vez eran más, el viento empezó a soplar helado, pero el cielo no quiso cambiar su vestido azul turquesa bordado con nubecitas blancas esponjosas.
El chaval seguía andando a buena velocidad hasta que se distrajo con un escarabajo azul que le empezó a zumbar a un lado de su hombro derecho, intentó atraparlo, le gritó que no le manchara la camisa recién lavada, corrió y se escondió de él, intentó ignorarlo y cuando silbaba con los ojos cerrados para despistarlo sintió como uno de sus zapatos se hundía en un líquido frío. Abrió los ojos de golpe y soltó un gritito antes de perder el equilibrio y caer hacia atrás. Poco a poco se puso de rodillas y se asomó a ver qué era lo que había pisado.
-¡Ah, caray!- exclamó casi en un susurro al darse cuenta de que lo que había pisado era...- ¡un pedazo de cielo!
El niño se levantó lentamente y miró con más detenimiento, sin acercarse mucho y observó con cautela la masa líquida que se extendía en la tierra, mojándola. Era azul, pálido pero muy parecido al del cielo actual, también tenía dos nubecitas blancas dibujadas, pero lo más importante: se podía ver el mismo escarabajo azul que volaba ya muy alto en ese pedazo de suelo empapado, no cabía duda, era un cacho de cielo...
Emocionado miró a su alrrededor, no había nadie, así es que se sacudió la tierra de los pantalones raídos, se quito los zapatos, que le quedaban flojos, para poder correr más rápido y se apresuró a llegar a su casa, para contarle a su mamá que aquella tarde había caído en un pedazo de cielo.

Y las tinieblas llegaron

Brucilla, temblando, cerró los ojos frente a su espejo de plata, en una mano empuñaba la pluma negra y con la otra buscó desesperadamente los helados dedos de su Maestro, pero ahí no estaba. Abrió lentamente los párpados y trató de gritar al ver su reflejo en el espejo; su mirada se ensombrecía como si un polvo carbonoso la pintara poco a poco... las tinieblas de las que habían hablado antes llegaron.

luz sin tinieblas

-Maestro, ¿existe la luz sin tinieblas?
- No Brucilla, sin tinieblas, la luz no existe.

Con pestañas empapadas y pesadas

Crucé la puerta de cristal, después de hablar en un susurro. Mis zapatos se llenaron de lluvia. Caminé rápidamente, sin pensar en que al pisar cada charco mis pantalones beberían su agua helada. Sentí los escalofríos correr, y la distancia que tenía que recorrer parecía alargarse con cada gota que caía. Sentí mi mano siendo apretada y sonreí, con las mejillas escurriendo y las pestañas pesadas. Mis pasos se fueron alentando y sin darme cuenta me detuvo en seco y no tuve más frío, sentía los latidos del corazón ajeno al mío retumbando dulcemente contra mi pecho. Mi barbilla fué levantada con cariño y de nuevo sentí el agua correr desde mi frente empapada. Depronto no sentí nada más que un agujero en el estómago, las cosquillas recorrían cada dedo de mis pies, y la lluvia ya no era fría, las nubes no fueron grises, mis ojos no querían abrirse. Mis hombros cada segundo goteaban más, pero el tiempo estaba detenido. Poco a poco los segundos corrieron de nuevo, mis oídos captaron los truenos que rasgaban el cielo, me separé y volvi a caminar hacia el destino ya fijado, mis dedos no temblaban como el resto de mi cuerpo. Bajo una sombrilla goteante me quede en pie, mi corazón seguía latiendo muy fuerte. Lo miré con las pestañas empapadas y él... me miró.

Tuesday, May 29, 2007

Komm

"... Komm in mein Boot ein Sturm kommt auf und es wird Nacht. Wo willst du hin so ganz allein treibst du davon. Wer hält deine Hand wenn es dich nach unten zieht. Wo willst du hin so uferlos die kalte See. Komm in mein Boot der Herbst wind hält die Segel straff. Jetzt stehst du da an der Laterne, mit Tränen im Gesicht, das Tageslicht fällt auf die Seite, der Herbstwind fegt die Strasse leerJetzt stehst du da an der Laterne, hast Tränen im Gesicht, das Abendlicht verjagt die Schatten, die Zeit steht still und es wird Herbst. Komm in mein Boot; die Sehnsucht wird der Steuermann. Komm in mein Boot; der beste Seemann war doch ich. Jetzt stehst du da an der Laterne hast Tränen im Gesicht, das Feuer nimmst du von der Kerze, die Zeit steht still und es wird Herbst. Sie sprachen nur von deiner Mutter, so gnadenlos ist nur die Nacht, am Ende bleib ich doch alleine, die Zeit steht still und mir ist kalt... "

-Seemann

Saturday, May 26, 2007

Jueces

Figuras vestidas de negro, con sombrero de copa tan alto que parece doblarles la estatura, abrigos hasta el suelo, sentados cada uno en una mesita esperando material para leer, examinar, juzgar. Con los brazos grises y pesados como piedras reciben la pila de papeles mirándolos con ojos opacos, sin color, y sus mentes solamente piensan en el futuro, en lo que estará sucediendo a su alrrededor sin darse cuenta de que lo que tienen en sus manos duras puede significar algo más que solamente letras.


Una vez, a sus manos llegó un sueño, uno tan transparente que casi no se llegaba a distinguir. Trataba de una niña que volaba ligera por las nubes blancas y el cielo azul, conoció a un pájaro y también a una nube. Tan puro era este sueño que a los ojos del juez resultó invisible, y tomando las páginas ligeramente impresas entre una de sus manos desinteresadas lo echó hacia atrás de su silla y éste cayó deshojado al vacío, llevándose con él cientos de futuros sueños.


Otra tarde recibieron un gran sobre lleno de hojas bañadas en tinta negra, las letras impresas parecían desgarrar el papel y el simple contacto con el papel hacía que la piel se enchinara. Vampiros rondaban en aquel relato, asesinos a sangre fría que buscaban víctimas inocentes a las cuales borrar del mundo de los vivos. Pero el juez había tenido una mala noche, pesadillas habían rondado su cama horas atrás, no quiso saber nada de seres escalofriantes y cerrando el sobre de nuevo lo depositó en el cubo lleno de papeles hechos jirones. Ahí terminó el mundo de tinieblas que un muchacho había visto días antes.

Días después un aroma a rosas inundó la sala, llegó un paquetito de hojas escritas con tinta color rosado y el olor que producía era embriagante. Solamente podía venir de una niña perdidamente enamorada; aquel romántico relato. Empapado en suspiros y lágrimas dulces llegó a las manos de un hombre que lo miró con desprecio, mareado dobló por la mitad el paquete de hojas y lo metió en un portafolios negro, después lo leería en un espacio abierto donde el olor a rosas no le produjera nauseas. Las heridas de su corazón sangraron de nuevo con dicho aroma y no quiso que sus lágrimas volvieran a mojar sus mejillas, ásperas y secas. No lo volvió a mirar.

Jueces, tranquilos e indiferentes. La justicia no es válida con ellos, no existe. Los participantes en el juego son los sentimientos, volubles estados de ánimo. Pero, al no haber resultados objetivos, la llamada "suerte" es la única que juzga. El soñador, el tenebroso y la enamorada guardaron sus palabras, no en un premio, en una felicitación o un diploma, sino en su corazón, donde nunca jamás podrán ser arrugadas, rotas o deshechas, donde valen por el simple hecho de estar y no pueden ser juzgadas por nadie más que por sus conciencias.

Tuesday, May 22, 2007

Después de un tiempo

Al llegar ahí nos lo encontramos tan descuidado que daba pena; las hojas revueltas y secas cubrían todo el pasto largo y amarillento, las cortezas antes anaranjadas de las calabazas se empezaban a oscurecer y sus enrredaderas se encaramaban a las tablas despintadas de la puertecita verde con manija de plata. Lo miramos, todavía tomados de la mano, en silencio.

Nos acercamos, cada uno dando pasos lentos e irregulares, jamás pensamos que se fuera a derrumbar de esa manera, se veía tan... muerto. Pero para nuestra sorpresa, al irnos acercando algo iba cambiando, el césped ya no era tan amarillo cuando dimos cuatro pasos, las calabazas no eran tan oscuras al dar diez pasos y al tocar las ramitas quebradizas de las enrredaderas poco a poco fueron devolviéndose a su habitual vitalidad.

Nos miramos con una media sonrisa y uno de nosotros eligió un pequeño monte de pasto, ahora verde y ahí nos sentamos, junto a las calabazas, mirando el cielo... después de un tiempo de no hacerlo.

Tuesday, May 15, 2007

Cuando...

Cuando nos dejamos vendar los ojos con un paño negro y áspero, cuando nosotros mismos nos encadenamos a esas bestias insensatas que nos arrstran hasta la perdición, cuando caemos sobre nuestras rodillas y éstas se rompen junto con nuestra voluntad de levantarnos, cuando nuestro corazón parece latir por costumbre y no por voluntad, cuando el aire nos asfixia y la luz nos deja ciegos, cuando nos dejamos latigar sin luchar, cuando nos tiramos en el mar y sus olas crueles nos llevan a rastras, cuando no sabemos tomar nuestras riendas ni reconocer nuestra dirección tan sólo escucha atentamente, espera mirándonos en silencio, que pronto soltaremos un grito desesperado de ayuda, de misericordia, de perdón...
... es entonces cuando nos tomas en tus brazos, inconsientes, nos llevas contigo y nos enseñas a vivir de nuevo.

Monday, May 07, 2007

.

Un punto: puede indicar el final, el final pausado o el final eterno.

Un punto: tan pequeño y casi invisible.

Un punto: que tambien significa un nuevo principio, de una frase u oración, de una idea, o sencillamente de una historia.

Saturday, April 28, 2007

Realidad

"I'd love to change the world, but I don't know what to do. So I'll leave it up to you..."

Ten Years After

Y llovía adentro

Mire por la ventana y me sorprendí al ver que el cielo azul que relucía hace unos pocos minutos había cambiado su traje por el vestido gris que utilizaba cuando quería hacerse tocar por los humanos. Había empezado a llover. Tomé las botas de hule y el paraguas que estaba cerca de la puerta y salí corriendo a la banquita que reposaba en el patio trasero. Solamente caían unas cuantas gotitas tímidas que casi no llegaban a rozar el suelo al aterrizar. Me senté tranquilamente y esperé, con el paraguas firme en una mano y con los ojos cerrados, esperando a que gritara con su vozarrón habitual. Fueron pocos minutos los que duró la llovizna y cuando abrí los ojos las gotas inmensas azotaban contra el suelo de barro, haciéndolo estremecer.

Me abracé al mango de madera que tenía entre las manos, temblando de frío. Por un instante sentí que alguien estaba conmigo, en algún lugar, mirándome. Giré completamente para buscar al extraño observador, pero no había absolutamente nadie a la vista, así es que ignoré su presencia y escuché los murmullos estruendosos de los truenos que rasgaban el cielo sin compasión.

Las botas de hule protegían mis pies del agua, que a cada segundo subía un poco más, pero para mi sorpresa el paraguas negro que había encontrado cerca de la puerta no era de gran ayuda; no tenía ningún agujero, ninguna rasgadura y parecía nuevo, pero aún así yo sentía las gotas heladas caer sobre mi cabeza, hombros y manos, provocando escalofríos intensos en todo mi cuerpo. ¿Cómo es posible que dentro de un paraguas siga lloviendo? No quise contestar la pregunta, temía saber la respuesta, pero mejor dejé que las palabras se silenciaran bajo el efecto de las pequeñas bolitas blancas que empezaron a bombardear la tierra. Granizo que crecía a cada segundo, cayendo sobre mi cabeza dolorosa y gélidamente.

En ningún momento dejé de sentir la mirada clavada en mi cuello, como un puñal afilado. Esperé que se mostrara, que se sentara a mi lado, que me pidiera refugio bajo el paraguas o simplemente me mirara, me abrazara, me tendiera una mano, pero nada de esto sucedió, solamente me miraba y por un segundo me pareció imaginar que sonrió.

El granizo fue disminuyendo poco a poco, y después de un largo rato la llovizna regresó, ésta vez sin mojarme las mejillas y comencé a imaginar una fina melodía que llenó mi mente por completo, sin tener idea de dónde venía, ni a dónde iba pero a pesar de desconocer su propósito me dejé inundar por ella. Mis manos poco a poco fueron soltando el mango del paraguas y finalmente lo dejé caer sintiendo una calmada brisa húmeda sobre mi cara salada.

Entonces fue cuando caí dormida y aquél extraño que estuvo observando me sostuvo entre sus brazos vestidos de negro, me dejó suavemente sobre la cama, ahí yo esperé, en sueños, hasta que volvió a amanecer…

Monday, April 16, 2007

Fragmento

-... viven debajo de las piedras, apretujados contra el suelo.
-¿Porqué no salen?- preguntó Brucila, debatiéndose entre la cordura y la desesperación
-Por ser lo que son, para no temblar de frío ni sudar en el calor, para no cerrar los ojos por la noche y tampoco abrirlos cuando amanece, para no pisar una rama en falso...
-No lo entiendo- dijo finalmente con un susurro y se marchó de ahí, con los hombros caídos, en lo que su mente intentaba descifrar tantos misterios...

Friday, March 16, 2007

Recuerdo

" ... después de hacerle aquella sencilla pregunta al niño, de no más de quince años, él me respondió con una sonrisa y un brillo indescriptible en los ojitos negros: 'quiero ser piloto'..."

- anécdota de un hombre sabio, no hace mucho, en un lugar no muy lejos.

Saturday, February 10, 2007

No tienen miedo

Las calabazas no suelen sentir miedo, sus cortezas son tan duras que no hay porqué temer. Viven en campos enormes, llenos de maleza y sus propios tallos tienen diminutas espinas que las ayudan a sentirse más seguras.

Las calabazas no tienen miedo, cuando la noche llega y está nublada simplemente cierran los ojos y duermen, cuando el sol no brilla, sencillamente sienten correr las gotitas suaves humectando sus cáscaras anaranjadas y nada malo pasa.

Las calabazas no son cobardes en lo regular, aunque existe una sola que si conoce el terror. Su campo es en la luna, siempre está oscurro arriba y, aunque las estrellas se ven bien, el frío ambiente la hace temblar. Solamente se alcanzan a ver sombras en el suelo cuando sus flores duermen y ella nada puede hacer. Aprieta los ojos sin sentido, esperando escuchar algún ruido, pero nunca lo logra, arriba no hay nada que la pueda ayudar.
A menos que, como algunas noches, suba un caballero que la anima, le cuenta cuentos y cuando hace frío la abraza en silencio. Aquel caballero al que no le importa sentarse en la hierba y observar una anaranjada pelota amarrada a un tallo áspero, dura, sin calor.

Ésta calabaza es miedosa, cobarde, pero más de una vez se ha repetido a si misma que prefiere sentir sus ramitas tiritar y pensar una y otra vez en aquel caballero que la viene a consolar, que ser tan dura como las demás, sin frío, sin miedo y sin nada en qué pensar.

Saturday, January 20, 2007

Entonces será

Será cuando la luna turca esté iluminada y Venus la acompañe por debajo. Será cuando el agua de la fuente se seque y de mi prisión pueda salir. Será cuando las lágrimas se vuelvan dulces, cuando mi postura cambie. Será cuando aquel lunar se desvanezca y aparezca dentro de tu puño al despertar. Será cuando mis manos se hagan suaves y el brillo en esa media estrella no dude en regresar... entonces será: que nos volvamos a encontrar.