Caminando por el mismo camino terroso de siempre, iba con los ojos cerrados; para qué abrirlos si ya se lo sabía de memoria, para adelante y para atrás. El niño pateaba las piedras imaginarias que iba encontrando, a veces gritaba al aire palabras que inventaba y después soltaba una carcajada, eso le parecía divertido.
Terminó de subir el primer monte que lo separaba de su casa y abrió los ojos, el camino que no estaba empinado era más complicado y le daba miedo perderse en un campo tan grande. El pasto crecía conforme avanzaba, los árboles cada vez eran más, el viento empezó a soplar helado, pero el cielo no quiso cambiar su vestido azul turquesa bordado con nubecitas blancas esponjosas.
El chaval seguía andando a buena velocidad hasta que se distrajo con un escarabajo azul que le empezó a zumbar a un lado de su hombro derecho, intentó atraparlo, le gritó que no le manchara la camisa recién lavada, corrió y se escondió de él, intentó ignorarlo y cuando silbaba con los ojos cerrados para despistarlo sintió como uno de sus zapatos se hundía en un líquido frío. Abrió los ojos de golpe y soltó un gritito antes de perder el equilibrio y caer hacia atrás. Poco a poco se puso de rodillas y se asomó a ver qué era lo que había pisado.
-¡Ah, caray!- exclamó casi en un susurro al darse cuenta de que lo que había pisado era...- ¡un pedazo de cielo!
El niño se levantó lentamente y miró con más detenimiento, sin acercarse mucho y observó con cautela la masa líquida que se extendía en la tierra, mojándola. Era azul, pálido pero muy parecido al del cielo actual, también tenía dos nubecitas blancas dibujadas, pero lo más importante: se podía ver el mismo escarabajo azul que volaba ya muy alto en ese pedazo de suelo empapado, no cabía duda, era un cacho de cielo...
Emocionado miró a su alrrededor, no había nadie, así es que se sacudió la tierra de los pantalones raídos, se quito los zapatos, que le quedaban flojos, para poder correr más rápido y se apresuró a llegar a su casa, para contarle a su mamá que aquella tarde había caído en un pedazo de cielo.
1 comment:
¡¡Que simpático chamaco!! me cayó muy bien, el escarabajo me parece muy interesante y misterioso.
Te mando un beso...ciao
Post a Comment