No la canto, no tengo voz para eso. Pero sí la escucho y reacciono. Recordando, invitando, esperando, suspirando y con la piel erizada. Los ojos me brillan y cierro los ojos para escuchar las hojas que revientan bajo los Converse verdes. Verdes, por supuesto. Ahora me siento frente a la mesa, sucia y cubierta de naturaleza muerta que colorea todo de ocre y amarillo. Sigo escuchando, y mi alma la canta, ahí si hay buena voz para eso. Incluso la baila. Yo te invito, te espero, te suspiro, te recuerdo.
under October's able skies
Once we'd seen eye to eye
I'd known that I'd pass you by
and I tried
The bells chime
seven times
completed at nine
the world moves slower I find
No, but I
learned of time
by your hands
And in shadow water's end
I learned not to swim,
but to lie
I wait for mountain
in twenty-two third hour
I insist on doubt
we're already laying on the grass
the grass
-Beirut.
4 comments:
Octubre, ocres, hojarascas. Esos sonidos, esos olores, este otoño tibio y pacífico que nos pone la vida como en pausa y nos hace querer bailar a ritmo de vals.
Hasta allá me llevaste, querida Mondblume, ¡gracias!
Un beso, Yo.
Una de mis favoritas... :)
Sé que este comentario no vendrá mucho al caso, pero no me importa: este octubre no tiene nada que ver con ese octubre. En fin, sólo es para que veas que pasé a leer y que, además, no puse nada de las referencias de Tames y Escamilla.
Referencias muy ciertas.
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