Tuesday, January 13, 2009

Identidades

Escenario: una cafetería.
Personajes: un cliente muy alto(A) y una mesera detrás de la barra (B).
B: Hola, ¿qué te doy?
A: ¿Qué tés helados tienes?
B: Todos los que están en el menú y acaba de llegar uno nuevo: es chino con sabor a galleta.
A: ¿Té con sabor a galleta?
B: Sí, es lo más nuevo que tenemos.
A: Bueno, dame uno de esos entonces, helado por favor.
B: ¿Quieres que le ponga tapioca? Es también una nueva adquisición.
A: ¿Tapioca? ¿Qué es eso?
B: Nuestra nueva adquisición para los tés helados y los cafés fríos.
A: Bueno, pues échale tapioca.
B: En un momento te damos tu té, ¿quieres una galleta para acompañarlo?
A: ¿Cuál me recomiendas?
B: Nos acaban de llegar unas galletas con sabor a té verde.
A: ¡¿Galletas con sabor a té?! No, gracias, nada más el té.
B: En un momento te lo entrego.
Resultado: El vaso de plástico contenía una sustancia espesa y de color morado claro, no lila, morado. La sustancia helada hacía que el vaso sudara. En la parte del fondo del contenedor se veían unas bolitas negras suspendidas en el líquido, éstas estaban a una temperatura muy alta, cada bolita era del tamaño de una mora azul. En conjunto, la bebida parecía un monstruo salido de un cuento para niños. Un té que efectivamente, sabía a galleta y tenía tapioca negra y grande en el fondo.
Nota personal: ¡¿Por qué el té tiene sabor a galleta y viceversa?! Hay que aceptar que el té es té y siempre va a ser té, es bueno siendo té, teniendo sabor a té. Las galletas son galletas, con sabor a galleta, con olor y textura de galleta, son buenas siendo galletas, no té. El té debe de ser té y las galletas deben de ser galletas.

8 comments:

Anonymous said...

pues bueno ¡echale tapioca! jajaja ay anna

Anonymous said...

ja ja igual y sbaía bien el te de galleta.. quien diria que un té chino de galleta se viera morado? aun no conozco las galletas moradas. ja ja pero sería interesante probarlo,y con tapioca negra por cierto, tampoco la conocia. y seguro que las galletas sabor a té verde sabían bien.
luego ire a buscarlo para probarlo
la hermana

Anonymous said...

¡¡híjoles!! no sé si quiero ir a la cafetería en cuestión a ver eso o huir del lugar que sufre crisis de identidad. A lo mejor necesita terapia ese establecimiento, ¿habrá terapeutas para restaurantes?

F. said...

Uy, si te dijera que en la escuela de cocina aprendimos a preparar gelatinas que sólo "cuajan" cuando están calientes, a cocinar camarones con nitrógeno líquido, a cocinar brownies de color blanco y a hacer una mousse de ancas de rana con salsa de betabel amarilla, jajajajaja...

Así es el ingenio humano.

Pero sí, estoy de acuerdo, hay gente que hace porquerías.

Poncho said...
This comment has been removed by the author.
Poncho said...

¿Habrá psicólogos para la comida?

Anonymous said...

La comida es metafórica.

Si digo "caigo como lágrima" o una babosada así, no quiero decir que de pronto tenga consistencia líquida, sino una cursilería.

La comida que sabe a otra cosa también quiere decirnos algo (lo que quiere decirnos es: "no me coman").

Meruti Mellosa said...

Jamás tomaría eso. No porque sepa a galleta, sino porque incita a la prostitución del té el cual, para mí, es sagrado. Dependiendo de mis posibilidades lo tomo a las 4, como en Irlanda, o a las 5, como en Inglaterra. El té es de los grandes descubrimientos de mi vida.