Cuando el mar de hierro azota contra mis tobillos, es entonces cuando siento miedo.
No antes.
No después.
Solamente cuando lo siento helado bajo mis pies, aveces cortando la carne.
No antes.
No después.
Cuando el mar de hierro azota contra mis tobillos, y me quiere sumergir en él, es entonces cuando tengo miedo.
No antes.
No después.
Solamente cuando veo su metálica, gélida y oscura superficie.
No antes.
No después.
Cuestiones fundamentales
4 years ago
4 comments:
Pero tu mirada y tu sonrisa son un salvavidas de vuelo y curación.
Hermoso sin duda...
Es viejo. Pero me encanta.
Sin palabras.
Está re chulo esto.
Y punto.
(.)
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