Tuesday, May 29, 2007

Komm

"... Komm in mein Boot ein Sturm kommt auf und es wird Nacht. Wo willst du hin so ganz allein treibst du davon. Wer hält deine Hand wenn es dich nach unten zieht. Wo willst du hin so uferlos die kalte See. Komm in mein Boot der Herbst wind hält die Segel straff. Jetzt stehst du da an der Laterne, mit Tränen im Gesicht, das Tageslicht fällt auf die Seite, der Herbstwind fegt die Strasse leerJetzt stehst du da an der Laterne, hast Tränen im Gesicht, das Abendlicht verjagt die Schatten, die Zeit steht still und es wird Herbst. Komm in mein Boot; die Sehnsucht wird der Steuermann. Komm in mein Boot; der beste Seemann war doch ich. Jetzt stehst du da an der Laterne hast Tränen im Gesicht, das Feuer nimmst du von der Kerze, die Zeit steht still und es wird Herbst. Sie sprachen nur von deiner Mutter, so gnadenlos ist nur die Nacht, am Ende bleib ich doch alleine, die Zeit steht still und mir ist kalt... "

-Seemann

Saturday, May 26, 2007

Jueces

Figuras vestidas de negro, con sombrero de copa tan alto que parece doblarles la estatura, abrigos hasta el suelo, sentados cada uno en una mesita esperando material para leer, examinar, juzgar. Con los brazos grises y pesados como piedras reciben la pila de papeles mirándolos con ojos opacos, sin color, y sus mentes solamente piensan en el futuro, en lo que estará sucediendo a su alrrededor sin darse cuenta de que lo que tienen en sus manos duras puede significar algo más que solamente letras.


Una vez, a sus manos llegó un sueño, uno tan transparente que casi no se llegaba a distinguir. Trataba de una niña que volaba ligera por las nubes blancas y el cielo azul, conoció a un pájaro y también a una nube. Tan puro era este sueño que a los ojos del juez resultó invisible, y tomando las páginas ligeramente impresas entre una de sus manos desinteresadas lo echó hacia atrás de su silla y éste cayó deshojado al vacío, llevándose con él cientos de futuros sueños.


Otra tarde recibieron un gran sobre lleno de hojas bañadas en tinta negra, las letras impresas parecían desgarrar el papel y el simple contacto con el papel hacía que la piel se enchinara. Vampiros rondaban en aquel relato, asesinos a sangre fría que buscaban víctimas inocentes a las cuales borrar del mundo de los vivos. Pero el juez había tenido una mala noche, pesadillas habían rondado su cama horas atrás, no quiso saber nada de seres escalofriantes y cerrando el sobre de nuevo lo depositó en el cubo lleno de papeles hechos jirones. Ahí terminó el mundo de tinieblas que un muchacho había visto días antes.

Días después un aroma a rosas inundó la sala, llegó un paquetito de hojas escritas con tinta color rosado y el olor que producía era embriagante. Solamente podía venir de una niña perdidamente enamorada; aquel romántico relato. Empapado en suspiros y lágrimas dulces llegó a las manos de un hombre que lo miró con desprecio, mareado dobló por la mitad el paquete de hojas y lo metió en un portafolios negro, después lo leería en un espacio abierto donde el olor a rosas no le produjera nauseas. Las heridas de su corazón sangraron de nuevo con dicho aroma y no quiso que sus lágrimas volvieran a mojar sus mejillas, ásperas y secas. No lo volvió a mirar.

Jueces, tranquilos e indiferentes. La justicia no es válida con ellos, no existe. Los participantes en el juego son los sentimientos, volubles estados de ánimo. Pero, al no haber resultados objetivos, la llamada "suerte" es la única que juzga. El soñador, el tenebroso y la enamorada guardaron sus palabras, no en un premio, en una felicitación o un diploma, sino en su corazón, donde nunca jamás podrán ser arrugadas, rotas o deshechas, donde valen por el simple hecho de estar y no pueden ser juzgadas por nadie más que por sus conciencias.

Tuesday, May 22, 2007

Después de un tiempo

Al llegar ahí nos lo encontramos tan descuidado que daba pena; las hojas revueltas y secas cubrían todo el pasto largo y amarillento, las cortezas antes anaranjadas de las calabazas se empezaban a oscurecer y sus enrredaderas se encaramaban a las tablas despintadas de la puertecita verde con manija de plata. Lo miramos, todavía tomados de la mano, en silencio.

Nos acercamos, cada uno dando pasos lentos e irregulares, jamás pensamos que se fuera a derrumbar de esa manera, se veía tan... muerto. Pero para nuestra sorpresa, al irnos acercando algo iba cambiando, el césped ya no era tan amarillo cuando dimos cuatro pasos, las calabazas no eran tan oscuras al dar diez pasos y al tocar las ramitas quebradizas de las enrredaderas poco a poco fueron devolviéndose a su habitual vitalidad.

Nos miramos con una media sonrisa y uno de nosotros eligió un pequeño monte de pasto, ahora verde y ahí nos sentamos, junto a las calabazas, mirando el cielo... después de un tiempo de no hacerlo.

Tuesday, May 15, 2007

Cuando...

Cuando nos dejamos vendar los ojos con un paño negro y áspero, cuando nosotros mismos nos encadenamos a esas bestias insensatas que nos arrstran hasta la perdición, cuando caemos sobre nuestras rodillas y éstas se rompen junto con nuestra voluntad de levantarnos, cuando nuestro corazón parece latir por costumbre y no por voluntad, cuando el aire nos asfixia y la luz nos deja ciegos, cuando nos dejamos latigar sin luchar, cuando nos tiramos en el mar y sus olas crueles nos llevan a rastras, cuando no sabemos tomar nuestras riendas ni reconocer nuestra dirección tan sólo escucha atentamente, espera mirándonos en silencio, que pronto soltaremos un grito desesperado de ayuda, de misericordia, de perdón...
... es entonces cuando nos tomas en tus brazos, inconsientes, nos llevas contigo y nos enseñas a vivir de nuevo.

Monday, May 07, 2007

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Un punto: puede indicar el final, el final pausado o el final eterno.

Un punto: tan pequeño y casi invisible.

Un punto: que tambien significa un nuevo principio, de una frase u oración, de una idea, o sencillamente de una historia.