Monday, July 19, 2010

El Horizonte

"and the Sea is just a wetter version of the Skies."
-R.S.

Yo aprendí lo que era el horizonte en el Mar. "Es la línea que separa el cielo del agua, la que es casi negra." Aprendí que es es imposible llegar hasta ella y tocarla, que era inalcanzable. El Mar es una cosa y el Cielo otra, las dos separadas. Pero en la vida no solamente se aprenden cosas, también hay algunas, las más importantes, que se descubren.

Yo descubrí que el horizonte no existe, el Mar y el Cielo son una misma cosa. Es por eso que no se acaba, y que parece imposible alcanzar; es que uno no se da cuenta cuando ya está dentro de ambos. En el Mar hay estrellas que parpadean en la profundidad, hay cometas, hay nubes, hay aves, hay tormenta y claridad. Luz y oscuridad. Y también en el Cielo hay peces, hay conchas, hay arena y corrientes, hay olas que rompen sin cesar y que gritan o susurran.

El Mar y el Cielo son la misma cosa. Y eso lo descubrí cuando me embarqué en medio de la tormenta...

El barco no tenía nombre, pero me esperaba en el muelle, paciente, en lo que yo corría para evitar, inútilmente, las gotas de lluvia que empezaron a golpear mi cabeza y hombros. Una vez ahí, subí a la embarcación con cuidado de no resbalar y busqué un techo. Pero no había espacio, así es que tome mi lugar en proa y cerré los ojos. El agua helada cada vez azotaba más fuerte contra mi piel, mi pelo goteaba descontroladamente, mis pestañas pesaban y la piel se erizaba cada vez más.

Ahí estaba yo, en medio de la tormenta, cuando abrí los ojos y busqué el horizonte. Había desaparecido. Las nubes oscuras acariciaban al Mar con sus millones de brazos helados. El Mar respondía salpicándolos con agua y sal. Las olas se alzaban para alcanzar más de las nubes y éstas bajaban hasta rozarlas. El barco crujía y se sacudía.

Finalmente, la lluvia fue cesando, poco a poco, hasta convertirse en brisa húmeda. El Mar seguía riendo, las nubes también. Yo suspiraba, de color azul plomizo, como el Cielo y el Mar, que son uno mismo.

Saturday, July 03, 2010

Dentro del más oscuro Mar

"I've seen it all,
I've seen the dark."
-Björk & Thom Yorke

El cielo era azul, perfectamente azul, decorado con pequeñas nubes de lluvia que de vez en vez cubrían la luz del sol radiante. Bajo mis pies la arena húmeda se revolvía y colaba entre mis dedos, ansiosos mientras el majestuoso me invitaba a volver con él. Yo disfrutaba la brisa que me empujaba hacia adelante, casi sutil, y el vuelo de las aves sobre mi cabeza, y el sol mordiendo mis hombros. Finalmente, tomé su mano para repetir la danza de todos los días; juguetona y coqueta, hasta quedar cubierta completamente por su inmensidad. Con forme avanzaba, mis pies dejaban de tocar la arena revuelta y el agua se hacía más y más azul. Fue en el instante en el que mis dedos dejaron la arena por completo cuando sentí su presencia. El terror se apoderó de mi alma y yo quería ignorarlo, pero, sin poder evitarlo, crecía con las olas. Cada una más grande que la otra, más furiosa, más aterradora. Eso, lo oscuro, me miraba desde abajo, engolosinado con mi desesperación y desconcierto. La gente pasaba sin percatarse de lo que estaba ocurriendo, solamente yo vi la oscuridad dentro, la vi acechándome, esperando impaciente. Pero no duró mucho tiempo, aterrada y con gritos anudando mi garganta luché contra las olas para salir de ahí. El Mar mismo me sacó. Él supo algo que yo no; él sabe lo que hay ahí dentro. Y con un empujón violento, lleno de espuma suave, me alejé corriendo para ponerme a salvo. De nuevo en tierra firme. Lejos de lo oscuro.