Monday, February 01, 2010

Psicodelia

Estiro un brazo y siento el verde debajo de mí. El otro brazo siente envidia, y hace lo mismo, pero dentro del agua de la fuente que brinca y corre delicadamente, haciendo sonidos, como si un millón de cuentas coloridas de cristal cayeran sobre las gradas de piedra. Las nubes sobre mí se mueven, suaves y haciendo espirales entre ellas, poco a poco, con forme abro los ojos, dejan atrás el blanco y se visten de amarillo y verde, anaranjado y rosa, sobre el mismo fondo azul que al mismo tiempo se mueve, respira. Yo también dejo el blanco, desde los ojos se esparce el color y la sensación que a veces refresca y a veces es cálida. Mirando al sol que baila de frente y me sonríe, sugerente. Mi piel adopta los colores del pasto, del agua, de las cuentas, de las nubes, y me pelo serpentea lento. Colores que huelen a hierba y flor, a tierra mojada cuando llueve, a manantial cristalino.