The moon shook and curled up like gentle fire
The ocean glazed and melted wire
Voices buzzed in spiral eyes
Stars dived in blinding skies
Stars die. Blinding skies.
-Porcupine Tree
Alguien cayó. Sobre el suelo duro de piedra seca. Y, como sabemos ya, los hombres somos frágiles, nos pandeamos, nos cuarteamos y, finalmente, nos rompemos. Pues alguien cayó sobre el suelo y se rompió, se hizo pedazos, añicos. Débil, adolorido, sin lágrimas ya. Los trozos se esparcen con el impacto y salen disparados por todos lados, unos más pequeños que otros, unos más lejos que otros. ¿¡Ahora qué!?
Ahora ese alguien mira al cielo, de noche, oscuro. Lo mira y duele levantar la mirada, en lugar de un sólo esfuerzo hay que hacer miles, uno por cada pedazo. Y el suelo es duro y seco, raspa, hiere, rompe. Pero alcanza a ver ese cielo, tan oscuro y tan profundo, cuajado de estrellas. Pedacitos de luz. Pedacitos. PEDACITOS. Igual que ese alguien que cayó en el suelo duro y de piedra seca.