Sunday, June 28, 2009

Recordatorio

-¿Qué haces?
Ella mira hacia arriba, sin hacer un gran esfuerzo con la cabeza.
"¿Qué no es obvio?" piensa.
-Bueno, ¿qué escribes?
Ella mira hacia arriba, otra vez, con los ojos llenos de una nostalgia desconocida que mojó sus pestañas.
"Es un recordatorio." piensa.
-¿Qué temes olvidar?
Ella mira hacia arriba, una vez más, ahora con una sonrisa que contrastaba escandalosamente con sus ojos.
"Lo que quiero." piensa. O, mejor descrito, suspira.

Brucilla & Kube.

Thursday, June 25, 2009

Meet Cute

"That's how two characters meet in a movie..."
- A. Abbot
"...or in real life."
-Mondblüme

1.

En el bar de la cuadra siguiente, el que tiene en la entrada la silueta de un gran lobo aullando, se sienta una mujer. Viene sola, con zapatos bajos, jeans rotos, blusa por fuera, pelo recogido en una cola de caballo y el maquillaje ya desgastado por el día. Se sienta en la barra y ordena una cerveza. El tiempo pasa suavemente y ella cruza unas cuantas palabras con el cantienro. Muy pocas, en realidad, pero suficientes. Al terminar, sonríe y paga la cuenta. Tomas sus cosas y sale, buscando las llaves en el desordenado bolso. No es muy tarde, pero el día fue largo, por lo que sus pasos al cruzar la puerta del lugar se habían vuelto torpes y pesados. Sin entender bien cómo, las llaves recién encontradas resbalan de sus dedos y van a dar directo al par de Converse azules que se disponían a entran al lugar. Rápidamente, ella estira el brazo agachándose para recogerlas, al tiempo que las disculpas salen de sus labios atropelladamente, pero su reacción coincide con la del extraño, provocando un acercamiento tal que las disculpas cesan de golpe. Ambos se levantan, él con las llaves en la mano y ella con los ojos muy abiertos. Al mismo tiempo sonríen y salien del lugar.

2.

La tormenta había sido completamente inesperada. El agua que se acumulaba en las orillas de las calles hacía de las banquetas un lugar peligroso, especialmente para los peatones que esperaban el transporte apiñados en sus respectivas paradas. Las siete de la tarde sorprendieron a la única mujer que esperaba en aquella esquina con los pies empapados y acalambrados por los zapatos altos, con el cabello escurriendo y el traje de falda manchado de tanta agua. Sus labios empezaban a azularse cuando vio a lo lejos las luces del camión que se acercaba. Finalmente. Temblando, desdobló los brazos y se preparó para saltar en cuanto las puertas se abrieran. Pero al hacerlo, era tanta su prisa, que no se dio cuenta de que había alguien más en frente de las puertas, intentando bajar. El choque fue inesperado y dejó a ambos pasajeros empapados y desorientados. Ella en brazos de él, él respirando con dificultad a causa de ella. Al mismo tiempo sonrieron y volvieron a entrar al vehículo, donde comenzó una larga y memorable conversación.

3.

Había llegado el día y el espejo no lo favorecía en lo más mínimo. Los nervios no lo habían dejado dormir y, para variar, se había hecho tarde. Sin desayunar, ni peinar, ni repasar salió despavorido a presentar el examen que lo había perseguido en todas las pesadillas del período que terminaba. La eterna fila para entrar al salón de la prueba le dio tiempo para darse cuenta de que había estudiado bien, pero no lo suficiente. Sus rodillas no dejaban de temblar ni sus oídos de zumbar. Finalmente era su turno para entrar y, luego de ubicar su lugar asignado, entró con pasos apresurados y la respiración agitada. El asiento era incómodo y la mesa demasiado estrecha e inclinada, tanto que era imposible colocar el lápiz amarillo del número dos sin correr el riesgo de que éste rodara hasta el suelo. Y fue al darse cuenta de lo anterior que el chico recordó que le faltaba el lápiz. Miró presa del pánico a su alrededor y se encontró con la mirada risueña de la niña sentada a su derecha. Tímidamente, le extendió la temblorosa mano de uñas verdes que sostenía un lápiz nuevo y con punta. Él lo tomó provocando un contacto accidental, ella se estremeció. Al mismo tiempo sonrieron y, mientras el desvelado realizaba el examen, soñaba con el momento de devolver el lápiz a su dueña y volver a encontrarse atrapado en su transparente mirada.

Sunday, June 21, 2009

La receta del día

Ingredientes:
  • Lluvia
  • Zapatos impermeables
  • Paraguas
  • Abrigo
  • La siguiente lista de canciones:
3. Diamond Sea, Yeah Yeah Yeahs

Preparación:

  • Mezclar todo. 

Nota: los resultados pueden variar dependiendo el contexto de cada persona. 

Thursday, June 18, 2009

Largos y bajitos

Hay veces, muchas, en las que el cielo ruge y grita con todas sus fuerzas. Golpea la tierra violentamente, sin piedad, y nosotros nos asustamos. No sabemos qué le enoja, qué quiere, qué busca. Él tampoco lo sabe, por eso desespera y termina el drama en leves sollozos que se alejan pesadamente. Pero esta noche no es una de ésas. Hoy el cielo susurra pausadamente. No castiga a la tierra con sus látigos de luz; la besa con ternura y la acaricia dulcemente. No canta, porque no puede afinar, pero trata de hablar muy suave y bajo, como si estuviera enamorado sin saber qué hacer. Mantiene la respiración conmovido y luego la suelta con un helado suspiro. Esta noche se da entre susurros, entre suspiros, entre secretos que no se han dicho.

Tuesday, June 16, 2009

No a todo, pero sí a eso

¿¡POR QUÉ!?

-Responde, por favor.

-P!

El tiempo seguía corriendo, desgarrando el aire de la habitación y yo temblando. Mi imaginación todavía no declaraba la tregua que cada segundo se hacía más y más necesaria. Pero, repentinamente algo me dijo desde dentro "cierra los ojos". Y los cerré, suavemente. Fue entonces que escuché una voz tranquilizante, familiar, que susurró las palabras que yo tanto busqué en mi cabeza: "ya pasó, todo fue un sueño, ya pasó". Respiré hondo y lento y al tiempo que recargué la barbilla sobre mis rodillas flexionadas sentí el abrazo que se llevaba todo el terror. Un abrazo apretado, seguro y reconfortante que me recordó las olas del mar, las nubes blancas que oscurecen el pasto y las gotitas de lluvia rebotando sobre el concreto luego de correr por mis mejillas. Mi corazón fue disminuyendo su velocidad, y mis músculos su tensión. Ya pasó, todo fue un sueño, ya pasó. Una pesadilla, ya pasó.

Monday, June 15, 2009

P!

Despierto de golpe, agitada, pero aún con los ojos cerrados. No quiero abrirlos. No quiero. Aprieto los párpados hasta que las lágrimas se acumulan y respirando entrecortadamente. Los abro y tengo que mirarme al espejo para asegurarme de que estoy bien. Es necesario que recorra el lugar para saber dónde estoy. La almohada no supo defenderme esta vez. Y espero que amanezca, sin cerrar los ojos ni por un momento. No me muevo. No me escucho. Pero mi imaginación tampoco está de mi lado. Tengo miedo. Tiemblo hecha un ovillo, sin cerrar los ojos ni un instante. Pronto acabará, mientras tanto, tengo miedo.